Pie de foto/ El río Atrato, Banco de la República, la Catedral San Francisco de Asís y el Malecón Jairo Varela Martínez, fueron el marco de salida y llegada de los atletas que participaron en la Media Maratón Étnica por la Paz, realizada en Quibdó el pasado domingo 9 de junio/ foto: Antonio Sánchez.

Ese cuentico de que Quibdó no era capaz de realizar dos mega eventos de carácter masivo, uno tras de otro, quedó totalmente desvirtuado. Al contrario, fue un gran reto para los organizadores y autoridades de la ciudad que sortearon con capacidad y lucidez.

Por Antonio Sánchez/fotoperiodista

Mientras me deleitaba con una deliciosa cazuela chocoana en el Restaurante Brisas del Atrato, de Quibdó, empecé a escribir esta nota que aquí les comparto.

Ganaron los casi 6 mil salseros que fueron a ver a Willy García, y ganaron los 2 mil atletas que llegaron en punto de las 6am al Malecón de Quibdó, Jairo Varela Martínez, para participar de la partida de la 2da Media Maratón Étnica por la Paz. Fue una gana gana al que le apostó de manera convencida y firme el Alcalde de Quibdó, Teddy Bolaños.

En otros eventos con sus oportunidades le he dado palo al alcalde, esta vez le reconozco su arrojo para asumir esta fundacional aventura y su criterio y carácter para sostenerse en la decisión y mantener la realización de los dos eventos que, a la postre, embellecieron el paisaje de Quibdó, dispararon la economía, espantaron el síndrome de inseguridad de la ciudad y elevaron la estima de su gente. La mejoría de la salud mental de sus pobladores se vio reflejada en el «quihubo manito, ¿fuiste al concierto?, – no manito, me fui para la maratón. Rostros de alegría que marcaron un alentador y nuevo sonreír de la ciudad.

El alcalde de Quibdó, Tedy Bolaños, colgándole las medallas a los participantes de la Media Maratón Étnica por la Paz/ foto: Antonio Sánchez

Incertidumbre por la apuesta

Yo tenía mis dudas, no me voy a subir al bus del triunfo, mi escepticismo llegó hasta pensar en el fracaso, pero, al subirme al avión de Satena, entidad patrocinadora, en mi asiento y 20 más venían ocupados por atletas de Bogotá, Mosquera y Villavicencio. El ánimo esperanzador de la carrera atlética de los quibdoseños le tomaba distancia a la derrota cuando en la sala de llegada del aeropuerto El Caraño, vi a la espectacular ex reina de los chocoanos, Karina Guerra y su grupo atlético Atope. Junto a ellos, otros deportistas, modelos de Medellín, Italia y Cali, pisaban tierra chocoana. Todos, aumentaban la sumatoria de participantes a la histórica fiesta deportiva jamás nunca vista.

Así las cosas, lo de la Media Maratón Étnica por la Paz fue un éxito total, gracias a ese puñado de talentosos organizadores, patrocinadores y personal de apoyo que le dijeron al mundo que Quibdó lo hizo, y que Quibdó y los empresarios han dejado la vara bien alta en materia de planeación y ejecución de espectáculos.

Lo de Willy García, cuentan quienes vestidos de blanco asistieron al concierto, que fue de ensueño, que la fantasía y el delirio, Willy la hizo ver de mil colores dejando una huella imborrable en los corazones de los quibdoseños. Era de esperarse, lo del cantante de Buenaventura es cada vez más apoteósico y sensacional.

Fueron dos eventos que no se disputaron el público, el público tuvo el privilegio de escoger, fue el público que también ganó con la presentación de un salsero y su corte y de una Maratón cargada de sentimiento patrio, salud y recreación.

Richard Moreno Rodríguez, uno de los principales mentores de la Media Maratón de Quibdó, anunció la Media Maratón Kid, una Maratón para los niños del Chocó, resto del país y de otros países. Fiesta infantil que se realizará el mes de septiembre de 2024. 

Por último, gracias a la Policía, Ejército y demás autoridades por su doblado esfuerzo para mantener el orden y la seguridad de los dos mega eventos, parecidos a sus pares metropolitanos en otras localidades del país. Aquí hubo salsa y chirimía, la música que simboliza a esta región del Pacifico colombiano.