En Colombia, el consumo aparente de plásticos asciende a 1.341.000 toneladas anuales, de las cuáles se reciclan 304.877 toneladas (23%) en el año 2019. En cuanto a los envases y empaques (E&E), el consumo aparente asciende al 55%, es decir, 737.550 toneladas anuales, para los cuales se reciclan 223.2634 (30%) toneladas anuales. Foto: Simon de Man – WWF Colombia

  • El próximo 29 de mayo, los países se darán cita en París en la segunda reunión para discutir sobre la necesidad de un tratado global contra la contaminación por plásticos.

  • Nuevos informes, recién publicados, identificaron los plásticos de alto riesgo que contaminan el planeta y demostraron que las prohibiciones globales, su eliminación gradual y las medidas de control son totalmente viables.

  • América Latina y el Caribe han avanzado en la regulación de plásticos de alto riesgo, así como en la prohibición o eliminación de productos de plástico de un solo uso; sin embargo, estas regulaciones son fraccionadas y diversas, y aún queda trabajo por hacer.

Foto/ Simon de Man WWF

WWF hace un llamado a los gobiernos para que apoyen prohibiciones globales y eliminen de forma gradual los productos de plástico de un solo uso que son «más peligrosos e innecesarios», como cubiertos, cigarrillos electrónicos y microplásticos que se encuentran en los cosméticos, entre otros. El llamado se hace antes de las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el tratado global de contaminación por plásticos, que se llevarán a cabo en París, del 29 de mayo al 2 de junio de 2023.

En una serie de nuevos reportes publicados hoy –solicitados por WWF y realizados por la organización Eunomia– se identifican los productos de plástico más dañinos que contaminan al medio ambiente, además de proponer medidas globales de control necesarias para eliminar, reducir o gestionar de manera segura estos materiales. WWF hace un llamado a la inclusión de estas medidas en el texto del tratado, que se publicará antes de la próxima ronda de conversaciones, en diciembre de 2023.

La investigación presenta soluciones sobre cómo abordar los desafíos más urgentes de la contaminación por plástico bajo el nuevo tratado global, dividiendo los productos plásticos en dos grupos: aquellos que pueden reducirse o eliminarse significativamente en el corto plazo (Clase I) y los que actualmente no pueden eliminarse o reducirse de manera significativa, pero requieren medidas globales de control para promover el reciclaje y una gestión y disposición segura (Clase II). El análisis divide los productos en categorías amplias según el riesgo de contaminación, lo que, de acuerdo con WWF, ayudará a una regulación efectiva a nivel global, en lugar de legislar sobre artículos de plástico individuales, lo cual puede ser complejo y dar paso a posibles vacíos regulatorios. Reconociendo la relación compleja, interconectada y ampliamente extendida que la sociedad ha establecido con los plásticos, el análisis también considera las posibles consecuencias no deseadas de eliminar o reemplazar un determinado tipo de plástico en el ambiente, la salud y la sociedad. «Estamos atrapados en un sistema en el que producimos cantidades de plástico mucho mayores de lo que cualquier país puede manejar adecuadamente.

La fuga de plásticos hacia nuestros océanos

 

Esto ha provocado una crisis de contaminación por plástico que afecta tanto al ambiente como a la sociedad», dijo Marco Lambertini, enviado especial de WWF. Y agregó que «si no tomamos medidas ahora mismo, la situación solo empeorará. Si continuamos por este camino hasta el 2040, la producción mundial de plástico se duplicará, la fuga de plástico hacia nuestros océanos se triplicará y el volumen total de contaminación por plástico en nuestros océanos se cuadruplicará. No podemos permitir que esto suceda. La contaminación por plástico es un problema global que requiere una solución a nivel mundial. Los negociadores deben prestar atención a las recomendaciones de este informe y trabajar juntos para crear un tratado con reglas globales vinculantes, exhaustivas y específicas que puedan cambiar el rumbo de la crisis del plástico».

 

Un daño entre plásticos y “redes fantasma”

 y aunque el plástico es barato y versátil, con innumerables usos en muchas industrias, casi la mitad se utiliza para crear productos con una vida útil muy corta o que son de un solo uso, pero que pueden pasar cientos de años degradándose. Además, la mayoría de estos se utilizan en países con ingresos altos y medio-altos. Las investigaciones demuestran que, para el 2015, el 60% de todos los plásticos producidos ya habían llegado al final de su vida útil y se desecharon. A nivel mundial, menos del 10% de los productos plásticos se reciclan. «América Latina y el Caribe han avanzado en la regulación de plásticos de alto riesgo, como en la prohibición o eliminación de productos de plástico de un solo uso; sin embargo, las regulaciones son fraccionadas y diversas, y no logran abordar los impactos transfronterizos a la escala necesaria para proteger la naturaleza, las personas y sus medios vida, de la contaminación por plásticos”, señaló Roberto Troya, director Regional para América Latina y el Caribe de WWF. «No hay una razón lógica para seguir manteniendo en circulación muchos de los productos plásticos de un solo uso del mundo, cuando sabemos que están causando tanto daño, contaminando vías fluviales, asfixiando los océanos y hasta introduciéndose en nuestros propios alimentos. La industria tiene a su alcance el conocimiento y la tecnología para proporcionar alternativas más sostenibles. Necesitamos regulaciones e incentivos para respaldar esta transición, estimulando la innovación y fomentando el comercio de alternativas sostenibles», concluyó. A pesar de la regulación y las medidas voluntarias a niveles nacionales, los esfuerzos no han sido suficientes para evitar que el plástico se infiltre al ambiente, y que desde una locación específica se distribuya a cientos o incluso miles de kilómetros de distancia.

Los plásticos de un solo uso, los microplásticos y las artes de pesca perdidas o descartadas, conocidas como «redes fantasma», ahora constituyen la mayor parte de la contaminación por plásticos en el océano. «Los patrones actuales de producción y consumo de plásticos son ambiental y socialmente insostenibles; la eliminación global de productos plásticos de alto riego e innecesarios, como los plásticos de un solo uso, es fundamental para reducir significativamente la cantidad de plásticos que llega a la naturaleza, y enfocarnos en la transición hacia una economía circular, segura e inclusiva», dijo Alejandra González, coordinadora de Políticas de Plásticos de WWF en Latinoamérica y el Caribe. «Los Estados tienen una oportunidad única de desarrollar un tratado global que aborde efectivamente las causas principales de la contaminación. París será el escenario para que los estados reafirmen su compromiso con propuestas concretas para proteger al medioambiente y a las personas de los efectos de la contaminación por plásticos”, agregó González.

Después de un comienzo prometedor en la primera reunión del Comité Intergubernamental de Negociaciones (INC) del año pasado, los negociadores ahora deberán trabajar en los detalles del texto del tratado para abordar de manera más efectiva y equitativa la contaminación por plástico.

En noviembre, WWF llevó a cabo una encuesta con más de 20 mil personas, que mostró que 7 de cada 10 participantes apoyan el establecimiento de regulaciones globales para poner fin a la contaminación por plástico. Esto demuestra un respaldo abrumador para un tratado de plásticos que establezca regulaciones globales vinculantes que se apliquen a todos los países, en lugar de un acuerdo global voluntario en el que los gobiernos puedan elegir si toman medidas o no.

En Colombia poco reaccionan

Según Jonathan Sánchez, especialista corporativo y sectorial en cambio climático de WWF, y de cifras de Acoplásticos , SUI y  CEMPRE, en Colombia, el consumo aparente de plásticos asciende a 1.341.000 toneladas anuales, de las cuáles se reciclan 304.877 toneladas (23%) en el año 2019. En cuanto a los envases y empaques (E&E), el consumo aparente asciende al 55%, es decir, 737.550 toneladas anuales, para los cuales se reciclan 223.2634 (30%) toneladas anuales.

Sin ser suficiente, El AfroBogotano conoció que se está trabajando desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la reglamentación de la ley 2232 de 2022 sobre la regulación de plásticos y sobre una transición a la prohibición de plásticos de un solo uso; en el fortalecimiento de los procesos de reciclaje; y mejorar el manejo que se le da a los plásticos para evitar que lleguen a la naturaleza.

Fotos archivo/La Verdad Noticias/Elsudacaliforniano/Página10.com/ OIP.

Tras la adopción del tratado, WWF hace un llamado para establecer una prohibición inmediata de productos plásticos como fibras plásticas innecesarias que se encuentran en toallitas húmedas, filtros de cigarros, bolsas de té; productos de un solo uso como cubiertos, platos, vasos, palitos de los cotonetes o hisopos, cigarrillos electrónicos desechables y microplásticos en pastas dentales y productos para el cuidado de la piel, entre otros. En los casos en que no sea factible una prohibición inmediata, como sucede con algunos envases de un solo uso de alimentos y bebidas, y equipos de protección personal o neumáticos, el tratado deberá introducir medidas para eliminar gradualmente estos productos a más tardar hasta el 2035, implementar impuestos y otros instrumentos económicos para reducir la demanda y establecer estándares para productos que permitan reducir o eliminar el uso del plástico.

Para aquellos plásticos que no se pueden eliminar fácilmente, se debe priorizar su circulación y gestión segura a través de metas, estándares y requisitos mínimos relacionados a su recolección, reutilización, reciclaje, disposición y su contenido reciclable, así como mediante esquemas de responsabilidad ampliada del productor, que incluyan los costos de la vida útil del producto en el precio final, así como sistemas de devolución de depósitos.

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