Cinco horas de tensión y pánico tuvieron que vivir los 350 maestros afrodescendientes dentro del recinto religioso. Profesoras en embarazo y otras enfermas del corazón amenazaron con empeorar su estado de salud.
Mediante un acta firmada hace pocos instantes por la Policía Nacional, Personería Distrital, el cura párroco y la Defensoría del Pueblo, se logró suspender el operativo de desalojo de la iglesia San Francisco de Asís de Bogotá, ocupada por 350 maestros desde el pasado domingo.
El acto de retoma del centro religioso por parte de las fuerzas de policía antimotines y el SMAD inició a las diez de la noche. Por lo menos 150 uniformados rodearon a las cuatro de la tarde el centro litúrgico y otro tanto se dirigieron a la casa cural ubicada en la parte posterior de la calle 16 para entrar hasta el interior del santuario y expulsar a los manifestantes.
Poco antes de iniciar la acción policial, Ascanio Tapias y Yair Martínez de la Defensoría del Pueblo; Alfonso Román y Kenny Luango, de la Dirección de Asuntos Étnicos de la alcaldía de Bogotà, se comunicaban vía telefónica con sus superiores y algunas organizaciones sindicales para lograr detener el desalojo y conseguir hospedaje para los maestros inconformes, respectivamente.
El coronel Jaime Carrillo, oficial al mando, le dijo a la revista Contorno Judicial y al AfroBogotano, únicos medios de comunicación presentes en la fría noche, que el evento de expulsión de los maestros se suspendía ante la negativa del cura párroco de autorizar el ingreso de las fuerzas de policía y al temor de generar una tragedia dentro de la parroquia Franciscana, ubicada en la avenida Jimenez con carrera séptima y diagonal al edificio del periódico El Tiempo
Mientras la Policía Nacional ordenaba el arribo de pie de fuerza adicional que se sumaría a los que llegaron al iniciar la noche de hoy domingo, al interior de la ermita, los maestros se encadenaban a las sillas, santos y pórticos para resistir la acción policial. Barricadas en las puertas fueron construidas en corto tiempo, se supo desde el interior por parte de uno de las docentes.
Los etnoeducadores afrocolombianos venidos de los departamentos de Cauca, Valle y Nariño, dijeron que se tomaron por la fuerza la sede católica el pasado domingo, ante la desatención de la Ministra de educación, Gina Parody.
“De aquí no nos vamos hasta tanto no se aplique la ley 70, la sentencia 576/14 de la corte constitucional y se nombre en propiedad a los docentes que por más de 15 y hasta 20 años vienen en provisionalidad” dijo Marino Quiñonez, uno de los líderes de la sublevación.
Sigo atenta a los acontecimientos que el affrobogotano pública y que otros medios no.
Me gustaría ver más registro fotográficos… El texto escrito está muy bien y es concisa la información.