“Primero mi mamá”, nuevo personero de Medellín.

La glamurosa familia del nuevo personero de Medellín, llegó desde Lloró para felicitar a uno de los suyos por tan rutilante triunfo. Doña Nora y don Willian, sus padres, encabezan los saludos. /foto: Andrés “Enter” Ramirez.

Por Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.

Fotos/ Andrés”Enter” Ramirez.

Su ligero caminar desde una de las 21 oficinas que componen el cabildo, y que lo aguardaron para el momento esperado, se detuvo al compás con su mirada altiva, en busca de doña Nora, la madre de quien tenía en suspenso a la mayoría del pueblo Chocoano, a la comunidad afro y a quienes en el cabildo asistían al acto más importante para el departamento del Chocó, en los últimos tiempos. Uno de sus hijos sería el defensor de los derechos de más de dos millones quinientos mil medellinenses.

Poco antes de la aparición del abogado y en minutos personero, uno a uno, de dos en dos y hasta de tres y cuatro fueron llegando los invitados con su mejor traje. En el recinto, los concejales hacían su arribo con una estación provista de fina galantería para saludar a la ministra de Ciencia y Tecnología, la también chocoana Mabel Torres, quien engalanó el salón y se robó las miradas de paisas y chocoanos. Para entonces eran las 9 de la mañana, sesenta minutos después de haberse convocado al acto de elección y posesión el pasado jueves 20 de febrero.

Con las sillas dispuestas para el público casi llenas y vestuarios de variados colores, Yilmar Delgado, un joven piloso, dinámico y de finas expresiones, afro él, concertaba con los directivos de protocolo de la Personería y del Concejo, los pormenores del evento a desarrollarse: ubicación de la señora ministra, de la familia del doctor Vivas LLoreda, de la señora contralora, del actual personero, de los delegados del señor alcalde y de otras personalidades. Al terminar el acto, supe que es quien le habla al oído y uno de los hombres de confianza del personero.

El inicio de la sesión edilicia, una de las más atípicas que se hayan realizado, en tratándose de elegir a una sola persona para regir los destinos de la personería de Medellín, la abrió el secretario de la corporación, Jorge Luis Restrepo, con el llamado a Quorun de sus miembros. Los 21 concejales aprobaron el orden del día, y seguidamente con un sí eligieron al doctor Willian Yeffer Vivas Lloreda, como nuevo Personero de la ciudad de Medellín, en reemplazo de Guillermo Durán, oriundo de Santander, quién aspiraba a quedarse en el cargo, pero llegó tarde a la convocatoria y no pudo presentar el examen realizado por la universidad pontificia bolivariana, entidad encargada y autorizada por el cabildo antioqueño para seleccionar a los aspirantes.

Los aplausos contenidos se soltaron en un frenético y emocionante palmoteo, casi al instante que el secretario anunciara que: “señor presidente, terminada la votación, le informo que con 21 votos por el sí, ha sido elegido el doctor Willian Yeffer Vivas Lloreda como nuevo personero de la ciudad de Medellín”.

Primero mi mamá.

El marco imponente del evento democrático estuvo liderado por la junta directiva del órgano legislativo local: Presidente, Luis Bernardo Vélez, primera vicepresidenta, Dora Cecilia Saldarriaga y Carlos Alberto Zuluaga, segundo vicepresidente. El presidente del cabildo, sugirió se llamara al doctor Jeffer Vivas, para que se presentara en la sala y se procediera a realizar el acto de posesión del cargo.

En las barras se respiraba un ambiente de alegría y emoción que se descubría en las miradas, en su mayoría de origen Chocoano. Los concejales, periodistas, administradores y familiares del ganador del concurso de méritos, se sumaron expectantes a la llegada de este hijo de Lloró, municipio encaramado entre los ríos Capá y Andágueda, al sur del Chocó.

El bondadoso vigilante que da acceso al salón, extendió una de las compuertas para facilitar la entrada del único postulado al cargo de personero de los capitalinos antioqueños.

Yeffer Vivas, apareció frente a mi cámara, rodeado de la jefe de comunicaciones del ente legislativo, de funcionarios de la personería y de Yilmar Delgado, el joven que nunca se le despegó  después de su elección.

Elegantemente vestido, el joven chocoano alzó la mirada. “Primero mi mamá”, le dijo con respeto al miembro del protocolo que le señalaba el camino a seguir. El instinto del hijo agradecido, ubicó a la glamurosa comitiva familiar, encabezada por doña Nora, su madre, y don Willian, su padre. A su lado, y atónitos ante miles de miradas y el apunte de cámaras periodísticas, Janieth y Jannier, sus hijos, y Yenny, su hermana, conformaban el ramillete soñado para una madre que, sufrió en silencio los avatares por lo que tuvo que transitar su hijo, rumbo a la primera silla de uno de los cargos más recatados del control público. 

Yeffer, como le decían sus amiguitos de la escuela Julio Figueroa Villa, de Lloró y de la Normal de Quibdó, centros en los que aprobó sus estudios básicos y desde donde cimentó su destellante carrera profesional y alimentó su intelecto, saludó a su paso a los concejales que le recibieron de pie y estrecharon la mano de su recién elegido. “Felicitaciones y éxitos señor personero”, coincidieron en expresarle. Todos querían una foto con él, y no era para menos, se trataba de un hecho histórico en la vida política de los Antioqueños y de su departamento vecino: el Chocó.

Doña Nora lo seguía con la mirada, soltó su cartera, se levantó a pocos metros de su llegada, se escondió detrás de su esposo para secar de nuevo sus lágrimas. Quería verse bella, como todas las madres que sueñan con ver a sus herederos en la alfombra soñada. Estaba feliz y ansiosa.

Hasta que llegó su hijo al pedestal reservado por el comité organizador. Saludó con un beso en la frente a su hermana Yenny, a su padre con un fuerte abrazo, y frente a doña Nora, el abrazo tierno y amoroso le robó más segundos a la escena. “Gracias madre, gracias madre”- “te quiero hijo, te quiero hijo”-. Los flases de las cámaras iluminaban aún más los ojos de la pensionada profesora Nora, que seguramente soñó verlo triunfar, pero no en esas grandes ligas, Yeffer, terminó la reverencia familiar besando a su pequeña hija Janieth, para luego cerrar el puño y abrir su mano, con la de su pequeño hijo, Jannier, al mejor saludo juvenil. El acto, evocaba fiestas de fantasía y le devolvía al pueblo Afro una recompensa a las oraciones y escritos a favor del hijo del río Capá y del Andágueda, tributos del Atrato, cuyos caudales no solo le enseñaron a nadar, sino a bracear contra la corriente en su vida profesional y personal.

El presidente del concejo de Medellín, Luis Alberto Vélez, de militancia independiente, estaba contento; así no lo hizo saber un día antes en su despacho, gracias a la gestión de sus carismáticas coordinadoras de prensa. Sentimiento del edíl que se reflejó con el sí unánime y las palabras de aprobación hacia el nuevo funcionario de la personería municipal.

La ascensión al cargo de Willian Yeffer Vivas, estuvo, no solo endulzada con el sabor a piña de su amado terruño, sino con la presencia de su amiga la ministra de ciencia y tecnología, Mábel Torres. El aplauso de las barras arropó el fraterno abrazo en que los dos personajes afrodescendientes se confundieron entre sí. “Es un mensaje de país, de inclusión, de superación, de amistad, de reconocimiento y un ejemplo a seguir por los jóvenes”, dijo la lideresa Beatriz Quezada. Voz a la que se unieron la mayoría de los asistentes.

No hubo concejal, de los 21 que conforman el claustro legislativo de Medellín, que no se pronunciara a favor del recién posesionado personero. Desde sus calidades académicas, la transparencia del concurso, su capacidad intelectual, sus delicados modales, su lucha por salir adelante, su bien conformado núcleo familiar, su bonita y próspera región donde nació, su grupo poblacional a que pertenece y su capacidad para vencer los obstáculos, fueron entre otros los reconocimientos llenos de admiración que le tributaron, una vez se sentó como personero de Medellín, cargo que empezará a ejercer a partir del primero de marzo de 2020.

Todos los pergaminos recibidos llegaron al oído, y lo vió con sus propios ojos, doña Nora, su progenitora; una señora que, junto a su esposo, le dedicaron toda su vida a la docencia para educar a los niños del Chocó. El pasado jueves, les llegó la recompensa del hijo que los ha premiado con los mejores diplomas como abogado, sin una tacha moral ni llamado disciplinario. De allí, que de los 140 aspirantes que concursaron para obtener el cargo, él haya sido el único en calificar. ​

El personero de Medellín, Willian Yeffer Vivas, firma un acta de compromiso con Víctor Peña, representante de los pueblos indígenas de Medellín. El aborigen le entregó el bastón de la autoridad étnica.

CIFRAS Y COMPROMISOS INMEDIATOS.

• Mas de 250 empleados tendrá a su cargo, incluidos los contratistas.
• A sus 43 años, ocupa uno de los cargos más importantes del país.
• De la comunidad Afro, es uno de los talentos más destacados
• Tiene el reto de sanear temas como el carcelario, migración venezolana, derechos humanos, construir una nueva sede administrativa.
• Vigilancia con especial cuidado temas como el medio ambiente, la violencia de género y la salud.

Con la elección de Willian Yeffer Vivas Lloreda, como personero de Medellín, se amplía la lista de talentos afrocolombianos al servicio público y privado, reciente: Mábel Torres, Ministra de Ciencia y Tecnología, Cármen Vásquez, Ministra de Cultura, Libardo Asprilla, director del Instituto para la Economía Social del Distrito,Judith Rosina Salazar Andrade, directora de comunidades negras, Coronel Wisner Paz Palomeque, comandante de la segunda brigada de infantería de Marina, Leidy Yuliet Perea, contralora de Ibagué. Farlin Perea Rentería, directora de etnias de la Alcaldía de Medellín, Guidobaldo Florez, procurador regional de Cartagena y Aris Concepción Arriaga Andrade, procuradora regional del Chocó.