El ministro de Defensa, Diego Molano, no ocultó la admiración hacia las estudiantes del colegio Dayssi Murillo, Valentina Palacios y María Romaña, y dijo que la juventud del Chocó no será un instrumento de la guerra. / foto: Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.
“Nosotros no conocemos la paz, ¿Cuál paz? Esa palabra nos confunde… ¿Paz con quién? ¿Paz en dónde? Paz en los papeles, en la pared, pero no paz en mi acera”, fueron apartes de las sentidas palabras de un ensayo literario en el que Valentina Palacios sorprendió a los 300 asistentes a la sesión de la comisión segunda de la cámara de representantes, realizada en Quibdó el pasado 16 de septiembre y convocada por la congresista chocoana Astrid Sánchez Montesdeoca.
Por Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.
El recién remodelado coliseo de Quibdó, Vladimiro Garcés Machado, sirvió de anfitrión a los 17 representantes a la cámara que hacen parte de la comisión segunda, y de militares y policías que velan por la seguridad nacional, lo mismo que algunos defensores de los derechos humanos. La directora nacional de Bienestar Familiar, el Director de la Unidad de Víctimas, el representante del INPEC, el viceministro del Interior, una viceministra de justicia, una consejera presidencial para los Derechos Humanos, el gerente de estabilización Antioquia-Chocó, la alta funcionaria del Departamento de la Prosperidad Social, concejales de algunos municipios del Chocó, secretarios de despacho de la alcaldía de Quibdó, de la gobernación de éste departamento, alcaldes de los municipios de Alto Baudó, Medio San Juan y de Cértegui, ocuparon muy temprano sus sillas en el escenario deportivo.
Generales del ejército y de la policía, junto a los comandantes regionales, llegaron para escuchar las cada vez más crecientes estadísticas de muerte, desplazamiento, confinamiento y de extorsiones por la que atraviesa el departamento del Chocó.
Uno a uno fueron pasando al atril para informar sobre las acciones de sus instituciones y decir sus sentires sobre el padecimiento de los chocoanos. El AfroBogotano recogió las más sobresalientes impresiones de éstos funcionarios, quienes, en su mayoría dieron cuenta de las obras y acciones realizadas en la zona del Chocó para regresarle la paz y la tranquilidad a los más de 500 mil habitantes. Entre tanto, en las redes sociales y en las graderías del coliseo, varios asistentes soltaban frases desalentadoras como: “no vienen sino hablar la misma babosada de siempre y a prometer lo que ya sabemos y esto nunca mejora”
Poco antes de la cumbre legislativa y en un lugar de la convulsionada Zona Norte de Quibdó, un miembro de las pandillas de Quibdó, quien permaneció 5 años en la cárcel, aceptó que lo entrevistara el periodista Jairo Antonio Rivas, del noticiero de televisión RTV, como queriendo enviarle un mensaje al titular de la cartera de Defensa. Sus reveladoras palabras del por qué no se desarman y la permanencia en los grupos al margen de la ley, fueron algunas frases de un joven bien hablado que quiso ser futbolista y, que hoy anda encapuchado, armado y temeroso de que lo asesinen las bandas que se disputan el territorio donde habita. “Si hay oportunidades de empleo para todos nosotros, esto mejora”, le dijo al comunicador Rivas. (Ver la entrevista al final de la crónica)
Las voces.
La representante a la cámara por el departamento del Chocó, Astrid Sánchez Montesdeoca, describió la crisis del Chocó, como una de las peores del país en materia de seguridad: 115 homicidios en lo que va corrido del año 2020, de los cuales el 80% son jóvenes. 500 jovencitos capturados por la policía, una existente pobreza monetaria y pobreza multidimensional que, sumado a un 20.7% de desempleo, hacen que la esperanza de resocialización se vislumbre a lo lejos.
La parlamentaria, dijo sentir rabia e impotencia cuando no observa resultados de los Consejos de Seguridad y, por el contrario, recalcó, que el recrudecimiento de la violencia en las calles de Quibdó, tiene secuestrados a la gran mayoría de sus habitantes.
“Necesitamos señor Ministro, un Distrito Especial de Policía para Quibdó, que contenga un laboratorio de criminalística. La Estación de Policía Playa de Oro es una necesidad urgente. Y solo hay en funcionamiento 53 cámaras de seguridad de las 207 instaladas en Quibdó, lo que hace frágil la vigilancia de la ciudad” anoto Sánchez Montesdeoca.
El Obispo de Quibdó, Monseñor Juan Carlos Barreto, denunció que Quibdó es una ciudad extorsionada y que tiene el índice de homicidios por encima del promedio nacional. Informó que esta capital siente la zozobra constante y la desprotección, y que a medida que pasa el tiempo suben los guarismos sociales que hoy están en un 70% de pobreza y un 42% de pobreza extrema.
En Quibdó, remarcó el prelado, convergen todas las situaciones de la violencia rural que ha llegado a la zona urbana para imponer también su poder y grupos armados al margen de la ley que dominan las zonas rurales y tienen incrustadas sus células criminales en la ciudad de manera activa. “He comprobado que existe un racismo estructural: así como este país margina a los campesinos, margina a las comunidades étnicas del Chocó y resto del pacífico. No basta lo militar y lo policivo para reivindicar la tranquilidad y la paz de sus pobladores” señalo el sacerdote, poco antes de reclamarle al gobierno nacional que atienda la Resolución Defensorial número 062 y del cumplimiento de la Directiva número 01-2021 de la Procuraduría General de la Nación.
Francisco Cuesta, en representación de la Veeduría del Chocó y Ana Gilma Hidalgo, miembro del Comité de Paro Cívico del Chocó, coincidieron en alertar a los entes de control para que no se “roben los recursos que destinan las diferentes entidades del orden nacional.
El Viceministro del Interior Juan Pablo Díaz Granados, anunció la entrega para los próximos días del carro de bomberos para la ciudad de Quibdó, y dando cumplimiento a su promesa, al cierre de esta edición el alcalde de Quibdó, Martín Sánchez, nos envió las fotos de la nueva máquina de bomberos destinada para la capital Chocoana.
El alto funcionario también anunció millonarios recursos para becar a estudiantes afros, y señaló, además, que se encuentra adelantado el proceso para la construcción de la nueva cárcel de Quibdó, entidad penitenciaria que tiene un hacinamiento del 50 por ciento.
La Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Lina Arbeláez, quien se mostró conmovida con el relato de la niña Valentina Palacios, dijo que desde el ICBF “estamos beneficiando a 54.335 niños y niñas de 0 a 5 años, mujeres gestantes y madres en periodo de lactancia en los programas de Primera Infancia con una inversión de $157.368 millones con educación y atención integral, y en Infancia se están atendiendo más de nueve mil niños y niñas de 6 a 13 años con un aporte de $3.517 millones a través de los programas Generación Explora y Generaciones Étnicas con Bienestar; 4.520 adolescentes y jóvenes con estrategias como Sacúdete y 1.616 familias vulnerables del departamento con Mi Familia Universal.
“Escuchamos a los jóvenes, sus dolores, sus clamores, pero también sus propuestas y las materializamos en el ‘Pacto Colombia con las Juventudes’, que contempla acciones a corto, mediano y largo plazo, y que representa un mandato gigantesco no solo para el Gobierno Nacional, sino para toda la institucionalidad”, sostuvo la Directora del ICBF.
El alcalde de Quibdó, Martín Sánchez Valencia, en una alocución corta, agradeció a los asistentes su presencia y aprovechó la oportunidad para describir los encantos turísticos de su municipio y de la pujanza de su gente, a pesar, según él, de los momentos de inseguridad que desvelan a la mayoría de sus habitantes. Felicitó a la representante Astrid Sánchez, por la convocatoria y realización de la sesión congresional de la cual espera que entre todos: comunidad, autoridades y gobierno nacional con las inversiones y medidas anunciadas se regrese a la normalidad y la paz deseada. El mandatario Sánchez Valencia, anunció que más de 10 mil niños de Quibdó, empiezan a disfrutar de la ejecución de un proyecto municipal llamado Escuelas Sociales del Deporte.
La inspiración de Valentina
Hace pocos días después del evento político-social, realizado en Quibdó, El AfroBogotano se comunicó con la estudiante Valentina Palacios, para conocer de sus labios que tanto ha mejorado la situación de los jóvenes en su municipio. Su lacónico hablar de la realidad que persiste en materia de seguridad, le envió un mensaje al ministro por este medio: “Ministro Molano, no se olvide de los jóvenes del Chocó”
La pieza literaria escrita por la estudiante Valentina, retrata el largo y el ancho del miedo que causan los homicidios de jóvenes en Quibdó.
LA VIDA EN UN INSTANTE
Por: Valentina Palacios Pérez
“Son jóvenes matando a jóvenes” escuché decir en la entrevista aquella. ¿Pero si será que somos nosotros, contra nosotros mismos? He visto esa guerra, pero no es el caso, a eso me respondo con otra pregunta: ¿O será la historia que nos está azotando? Soy joven y he escuchado que eso no es de ahora, la violencia durante décadas viene paseando en Quibdó, fue uno de esos turistas que nunca se quiso ir; montó sucursales en cada barrio, se le hace promoción en cada esquina y estuvo ahora en la ley como en la gracia.
Y ahora… ¿Dónde se detona está violencia? ¿Dónde se propaga? ¿Quiénes son los más afectados? A esta última podría decir que todos indirectamente, sin importar estrato socio-económico ni cosas así. Claro que los de abajo la vivimos más de frente, nosotros escuchamos los tiros, ustedes las noticias; nosotros cerramos la puerta para que el sicario no entre a la casa, ustedes se asoman desde el balcón. Pero de esta no se salvan, del hecho de que sean jóvenes como nosotros, de que tengamos tanto para soñar pero muy poco por cumplir, de que nuestro corte de pelo sea una sentencia, de entrar a un barrio sin tranquilidad, aquí es donde ella “No respeta pinta, no”, como decimos, ataca con toda y sin censura; y no traigas tus alhajas ni tu ropita de marca, esos son sus favoritas…
… La violencia, ella nos huele, así que cuídate mucho. Carne fresca le llama ella, el joven que deambula por las calles sin un porvenir, al niño acomodado en la última moto que salió, la muchacha de la iglesia que acabó de salir de la vigilia, todos jóvenes unos con ganas de ir a casa a saludar a mamá o de salir con amigos de fiesta, también de continuar los estudios. Van caminando cada uno por la calle, no saben que tienen el mismo fin, sus historias están cruzadas, no se les pasa por la cabeza que la violencia espera para atacarnos, nos acecha cual depredador hambriento, solo basta de una noche para que se nos lleve la vida en un instante.
Y entonces ¿Qué culpa tenemos de ser jóvenes? ¿De tener sueños… de querer llegar a casa a la hora de la cena? De que serlo sea sinónimo de muerte. Hoy estoy escribiendo, mañana a la salida no sé sí sea yo quien esté tendida en el suelo, por el mero hecho de ser joven, por el mero hecho de querer vivir.
Estamos en una cacería, están pagando por nuestras cabezas, esas cabezas llenas de ilusión, de magia, de la maravilla de ser joven. Y lastimosamente estamos aquí, aquí donde se sobrevive y de vez en cuando hay sonrisas, porque es difícil no mantenerla con los vaciles que nos da la vida, aunque a veces el rostro hace fuerzas porque la guerra nos respira en la nunca, porque el sistema nos corroe, porque cada vez las oportunidades son menos y así sin son ni ton se nos va esfumando eso que llamamos vida. La peor parte es esa, la de no saber si mañana estaremos, porque no sabemos en qué parte de la calle está de pie la violencia, esperando un solo parpadeo de nuestra parte, para sacarnos los ojos con esa dulzura aterradora que maneja, se resbala en las miradas, en la entre ceja, en la sonrisa de medio lado, y como son tantos sus rasgos nunca sabremos donde está realmente.
Ella suspira, fuertemente suspira y cada que lo hace es un aliento que nos lleva. Y si ella supiera que nos duele tanto, supiera que el alma se me hace pedazos cada que un listón negro acompaña la foto de un joven más, yo creo que sí ella viera eso y solo eso pensaría dos veces su próxima jugada, quizás tendría consideración de los que estamos del otro lado de la mesa, aunque suena a utopía esto que le pido a ella, señora sin alma, espero que pare tanto dolor, no quiero más sangre pintando mis ríos, mis bosques, mis jóvenes.
Nosotros… Nosotros no conocemos la paz, ¿Cuál paz? Esa palabra nos confunde… ¿Paz con quién? ¿Paz en dónde? Paz en los papeles, en la pared, pero no paz en mi acera, si cuándo el sol va cayendo, ella, la señora sin alma, se asoma sigilosa a ver quién hay mal parqueado, quién está suspirando de más para alimentarse. Y es que ella nunca se llena, mira cuánto tiempo lleva asentada aquí, sentada bebiendo sangre mientras “En el río bajan las cabezas, en la fosa donde los cuerpos nadan en piezas”. Y el terror nos corroe, nos tiene flacos, pálidos sin ganas de vivir, y es que… ¿Vivir para qué?… ¿Para qué al salir de mi casa me reciban con un balazo en la cabeza? ¿Para que mi madre llore porque van mil días que no llego a casa? ¿Para que mis sueños los entierren conmigo 3 metros bajo tierra?
Oiga señora sin alma, si usted, usted que se me lleva la vida; piénselo mire mis ojos, las metas me esperan, la comida está caliente sobre la mesa y aquí estamos usted y yo a la mitad de la calle, me arde el corazón mientras me cuenta a cuántos se ha llevado y dígame… ¿Por qué me tortura? Le pido me lleve sin avisar, no quiero saberlo y en caso tal si se arrepiente, si usted siente que ha de parar, hágamelo saber se lo suplico, por mis jóvenes, por Kevin, por Alexander, por Junior, por Juliana, por Camila. Por esta, por la vida mía que tiene frente a sus ojos, por esas ganas que me ve de crecer, pero por favor ante todo lo pido permítame ver a los demás, a los que se fueron, a los que se llevó en sus manos, advertirles a los que se llevará, que huyan si es posible, que no caigan en sus garras; porque es verdad usted no tiene alma, ¡No respeta! que sí vengo saliendo del monte eso a usted no le importa, el grupo al margen de la ley espera por mí a las afueras de la carretera y fue usted, usted los mandó, llegaron, a mi casa entraron, se llevaron mis ganas de trabajar, se llevaron mis lágrimas, mi hambre, ellos, ellos se han llevado mi vida.
Acabo de cerrar mis ojos y sin pensarlo ya se me fue la vida en un instante.
FIN.
Los anuncios
El Ministro, Diego Molano, luego de más de cuatro horas, tiempo en el cual se escucharon todas las voces, informó de las siguientes decisiones:
Quibdó tendrá un grupo especial anti disparos y también se creará el programa, Chocó Joven Desmovilízate, que tiene como fin seducir a la población juvenil que se encuentra al margen de la ley para que participe en actividades sociales y culturales. Los jóvenes, dijo el Ministro, recibirán estímulos económicos y otras posibilidades de estudio y trabajo para que inicien una nueva vida dentro de la sociedad.
El jefe de la Cartera de Defensa, añadió, que los criminales que sean capturados a partir de ese momento serán judicializados y encarcelados en otros centros penitenciarios ubicados fuera del Chocó.
Para regresar la calma al pueblo del Chocó, «hemos decidido ampliar el pie de fuerza del Ejército Nacional, con el traslado a esta ciudad de dos pelotones especiales para perseguir y capturar a los criminales del Clan del Golfo Y del ELN», añadió el alto funcionario.
Y en respuesta al AfroBogotano, el ministro Molano Aponte, dijo que niños y jóvenes como Valentina Palacios, tienen todo el respaldo de la institucionalidad del presidente Iván Duque, para que crezcan sanos y salvos como cualquier niño del país, y puedan cumplir sus sueños. «Los criminales no nos van a robar y a instrumentalizar a los jóvenes del Chocó» recalcó.
Valentina Palacios y Deyssi Murillo, dos jovencitas del colegio José del Carmen Cuesta Rentería, de Quibdó, que enviaron un profundo y sentido mensaje sobre la cruda y triste realidad de los jóvenes de Quibdó.
El ministro Molano, le salió al frente a los grupos al margen de la ley que tienen aterrorizado a Quibdó y que están disparando de manera indiscriminada a las casas de los habitantes de Quibdó, como una forma de presionar para que accedan a las extorsiones. «A partir de hoy se crea el Grupo Especial Antidisparos, que se encargará de investigar, capturar y llevar a los estrados judiciales a quienes han aterrorizado a esta ciudad capital», finalizó diciendo en rueda de prensa realizada en el Coliseo Cubierto, Vladimiro Garcés Machado, sitio donde se desarrolló la cita congresional, liderada por la congresista Chocoana, Astrid Sánchez Montesdeoca.
LOS JÓVENES QUIEREN SEGUIR CANTANDO
El grupo de baile Corporación Semillero Rocío de Oro, que dirige la cultora y abogada Rosa Lozano, abrieron la jornada de bienvenida a los asistentes con la expresión dancística de ritmos como el Tamborito y el Pisón. Y los jóvenes artistas de la Zona Norte, se organizaron y le cantaron a los asistentes sus coplas llenas de esperanza, paz, reclamo social, justicia y reconciliación.
No Comentario