Su equipo de comunicaciones, presidente, el que usted necesitaba fuerte, creativo, audaz, apersonado de su Plan de Desarrollo, conocedor de las estrategias mediáticas necesarias para llevar a su gobierno en hombros por encima de los ataques de la oposición, ¡qué fracaso! Empezando por la idea de un periódico cuando su gobierno ya está casi en el segundo año, un periódico fantasma porque, nadie habla de él, no tiene ningún atractivo especial que motive, ni siquiera circula por la Internet; cuando el mundo entero está dejando el periódico impreso, su equipo recurre a él, eso es retrógrado.
Por LUCERO MARTÍNEZ KASAB*
La Nueva Prensa
Esa verdad que usted dice todos los días por las redes, en los discursos de posesión de los funcionarios, en los encuentros regionales, pero, la queremos dicha en directo por la televisión y la radio, si le parece mucho decirla todos los días media hora, por lo menos dos veces a la semana para que la verdad le llegue a todo el pueblo que no tiene esa red X por donde usted tanto se expresa. Esa solicitud se la estamos haciendo desde cuando comenzó su mandato porque, nos dimos cuenta que la derecha iba a utilizar a los medios para crear pánico económico, para socavar la credibilidad de la gente en su gobierno, para inventar infamias sobre su familia, en fin, para derrocarlo.
Sorprende y llena de misterio a todos los que hemos leído su biografía que, teniendo usted la claridad expresada en la página 153 el que tiene la comunicación tiene el poder, no haya implementado un programa en directo por televisión y radio para crear y profundizar la relación con la gente, para defenderse explicando sus programas, aclarando las falacias, enseñando la política como usted la concibe y la practica, como servicio a los demás y no como lo ha hecho la derecha toda la vida, dominando a la gente para uso de los intereses propios en desmedro del pueblo.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, usó esa forma de comunicación y fue un éxito, como también lo es con Andrés Manuel López Obrador en México. La derecha colombiana e internacional se ha burlado de esos programas como una forma de invalidarlos sin embargo, a estas alturas, cuando ya ha pasado algo de tiempo para mirar desapasionadamente a ese líder venezolano, él, se merece una gran admiración por la valentía con la que defendió a su país superando el ataque de la oposición, de los Estados Unidos y hasta del rey de España con su atrevido por qué no te callas en medio de un acto político donde Chávez, hablador como era, conversaba con otras personas. Tan estigmatizado quedó Chávez que usted ha evitado referirse a él durante todo este gobierno –algo acertado- y, por supuesto, ha evitado hacer un programa dialogando con el pueblo porque, sería ofrecerle a la oposición la oportunidad de compararlo con Chávez y eso, tal vez a usted le produzca cierta resistencia, algo comprensible.
Sin embargo, recordando su carácter, presidente, cuando usted sabe que tiene que defender una causa no la evade, la enfrenta valientemente, tanto, que fue hasta donde Carlos Castaño a preguntarle frente a frente por qué lo quería asesinar; fue capaz de denunciar el paramilitarismo en el senado; se enfrentó con su colega Álvaro Uribe Vélez…, entonces, ¿cómo así que, por no querer parecerse a Chávez, no va a tener la valentía de asumir un programa como el que le propone el pueblo si con este programa consolida la liberación de su gente? ¿Cuál es esa razón que usted mismo se argumenta o que le argumentan sus asesores para que desperdicie tan grande oportunidad? ¿Razones jurídicas como la ley de la réplica de la oposición? Presidente, más tiene ella que perder que nosotros si le dan curso a esa ley para mentir pues, la verdad de su gobierno, de su manera de concebir la política, de su honestidad tiene un peso tal que terminará por imponerse como ha sucedido hasta ahora con su vida y su gobierno. Busque, en lo posible, la forma jurídica para realizar ese programa que tanto se necesita para continuar el progresismo.
Presidente, qué ironía, usted conocedor de la importancia de las comunicaciones por experiencia propia a través de su lucha guerrillera y civil, no ha contado con el mejor equipo de comunicaciones, cuánta mediocridad lo ha rodeado. ¿Cómo así que ha tenido usted que asumir la defensa de su gobierno por la incómoda red de X donde escribir desde un celular es una tortura por las letras y los espacios tan pequeños que nos hacen cometer errores cada segundo? ¿Cómo así que crean un canal por WhatsApp, por Telegram, por Facebook, por Instagram, etc., espacios reducidos, inalcanzables para miles de colombianos absortos en sus oficios del día a día y no crean uno por televisión y radio masivos por excelencia que la gente con sólo irlo entendería tanto este momento histórico? ¿Acaso creen que la gente no se da cuenta del rodeo que hace ese equipo de comunicaciones evitando la televisión y la radio? ¿Cómo así que usted necesitando ganarle la partida a la oposición que lo ha atacado inmisericordemente, deja en el banco –según el argot futbolístico- a Maradona porque, tiene fama de consumidor de droga?
Su equipo de comunicaciones, presidente, el que usted necesitaba fuerte, creativo, audaz, apersonado de su Plan de Desarrollo, conocedor de las estrategias mediáticas necesarias para llevar a su gobierno en hombros por encima de los ataques de la oposición, ¡qué fracaso! Empezando por la idea de un periódico cuando su gobierno ya está casi en el segundo año, un periódico fantasma porque, nadie habla de él, no tiene ningún atractivo especial que motive, ni siquiera circula por la Internet; cuando el mundo entero está dejando el periódico impreso, su equipo recurre a él, eso es retrógrado. Un equipo que no ha sido capaz de crearle un TikTok con un concepto que pegue como el del director de la DIAN. Un equipo que tenía que estar atento, presente antes, durante y después de cada nueva acción gubernamental de sus ministerios para con base en la información pertinente crear el ambiente en las regiones, socializar con los medios alternativos que tienen esa mística admirable hacia su gobierno para que, encadenados, difundieran por todo el país de manera simultánea las noticias y los demás contenidos que la población necesitaba conocer sobre sus reformas y, de esta manera contrarrestaran las mentiras y la maledicencia de la oposición que se hubiera encontrado con un muro difícil de escalar. Un equipo de comunicaciones y de asesores que no se detuvieron a estudiar las expresiones con las que se iba a redactar el Plan de Desarrollo incorporando la palabra más temida y odiada por la clase popular REFORMA la que remite inmediatamente a la reforma tributaria de Duque y, por tanto, a ese caos del 2020 cuando a los jóvenes les sacaron los ojos, se les torturó, se les asesinó y se les desapareció. Una palabra que la ha usado la derecha doscientos años para hundir más al pueblo, que la ven como una quimera, una utopía, que despierta gran incredulidad por las sucesivas decepciones. Se debió usar otra palabra, una fresca, nueva, sin pasado para que la gente estuviera receptiva a esas transformaciones. Un equipo que ha desperdiciado al ministerio de Cultura como apoyo creativo. RTVC desaprovecha la franja del medio día de los fines de semana. Un equipo de comunicaciones como usted suele decir en otros campos atrasado y mediocre, que lo tiene a usted maniatado, relegado allá al rincón de X. Usted, un expositor, un maestro de talla mundial defendiendo su gobierno a través de trinos cuando se merece toda la luz de la televisión por la profundidad y extensión de su conocimiento, un lujo de presidente en la penumbra de X, ¡cuánta falta de respeto hacia usted la de ese equipo y sus asesores!
Usted tiene la virtud de ser certero, le gusta dar en el blanco, no se va por las ramas con sus respuestas ante preguntas capciosas, ante las mentiras y tergiversaciones de la oposición, le gusta y sabe desarmar a su oponente sólo con la palabra, con los argumentos, entonces, ¿cómo así que no se ha dado cuenta que con las comunicaciones se ha ido por las ramas y no ha sido certero como es su costumbre? ¿Cómo así que ese equipo de comunicaciones esté permitiendo que se queden en el olvido medidas suyas tan dicientes como la mejora en la alimentación de los soldados; el reconocimiento de una pensión a las madres comunitarias; el suprimir el pago de los jóvenes para entrar a la policía y al ejército entre tantas cosas buenas, ¿sin idearse una campaña rotativa que sostenga en la memoria de la gente todas y cada una de sus buenas acciones gubernamentales?
La vida casi siempre nos pone en el camino unas alternativas difíciles, en este caso, presidente Petro, es tanto lo que hay que aclarar, explicar, enseñar y, tan grande el clamor de la gente, que debería usted entrar a conciliar consigo mismo para que se decida a hacer esos programas que son súplica inteligente de su pueblo porque, ven la necesidad real de que usted, una vez más y de la manera en que lo exigen las circunstancias, se ponga al frente como el líder lleno de conocimiento político, económico, social, medioambiental, etc., para que termine de formar una nueva manera de pensar y sentir de los colombianos y colombianas.
Es necesario un programa en radio y televisión reposado, tranquilo, de diálogo, no monólogo, con la gente tomando cada día un tema específico, donde pueda profundizar un poco, no tan variado como sus discursos, que sea pedagógico. El pueblo es feliz cuando usted le habla porque, revitaliza la confianza en el voto que le dio para su presidencia. Me parecer ver los rostros de los campesinos en Boyacá escuchando la explicación que a usted tanto le preocupa sobre el Acuerdo de Paz, la Declaración Unilateral de Estado que hizo Colombia ante el Consejo de Seguridad de la ONU cuando entregó el Acuerdo firmado con las FARC. Me imagino a las familias de las víctimas de los falsos positivos y de los paramilitares en Soacha, en los Montes de maría, en Ciénaga de oro entendiendo por televisión y radio qué es eso de la verdad fraccionada que conduce a la impunidad. Veo a los chocoanos alrededor del radio en la casa de la abuela escuchando sobre el cambio de la justicia vengativa por la justicia restaurativa. Imagino a los jóvenes del barrio Kennedy en Bogotá o en Soledad, Atlántico, o en Pasto, en Leticia viéndolo explicar por qué la puerta de la barbarie mundial está en el incumplimiento de los acuerdos internacionales sobre los Derechos Humanos como hoy lo hace Israel contra Palestina. Que Colombia sepa por qué es importante Venezuela para nuestro país. Sueño con que la población que ha vendido su voto toda la vida entienda la fuerza transformadora de esas palabras encriptadas asamblea constituyente; de todo esto se está perdiendo el pueblo.
Colombia estaba acostumbrada a una visión del mundo desde los poderosos, desde los dominantes, ahora, con su gobierno, Colombia, tiene otra perspectiva, la de los desposeídos. Usted les está demostrando que existe otra economía, otra política de educación, de salud, de pensiones, etc., les muestra otro mundo fraternal, donde les dice que tienen derecho a descansar, a disfrutar de la vida, quitándoles de encima que habían nacido para trabajar para otros y que debían conformarse con miserias.
Es lo que el Destino le pide, presidente, no tendremos otra oportunidad, esta es su primera y última vez en la presidencia, no lo podemos reelegir como es el lamento de la gente en las calles, porque nunca habíamos tenido un presidente tan solidario con el pueblo así, que entonces, multiplique su presencia en el país a través de esos programas en directo por televisión y radio. Ayude a consolidar el progresismo para el año 2026. Termine de liberar al pueblo de esa forma de pensar que es una muerte lenta, una soga al cuello que la derecha le colocó hace dos siglos, la que aprieta a su antojo cada vez más para quitarle el oxígeno, que es la negación de oportunidades para mejorar las condiciones de sus vidas.
Presidente, haga honor a sus palabras llego hasta donde ustedes quieran…, llegue hasta el más lejano colombiano o colombiana con sus verdades a través de esos programas que serán como el testigo que se pasan los maratonistas, con ellos usted entregará la presidencia a otro candidato o candidata del progresismo en el 2026.
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