Denuncian el prelado y la Defensoria del Pueblo que van 413 homicidios del 2012 al 2015, es decir un promedio de 100 muertes violentas por año.
En una carta enviada a todos los medios de comunicación el Obispo de Quibdó, Juan Carlos Barreto, alerta sobre la difícil situación de inseguridad por la que atraviesa la capital Chocoana.
Dice en sus apartes que “tal vez sea la hora de tomar un nuevo aire y hacer un gran esfuerzo de articulación social. La movilización social a través del reciente Paro Cívico da luces positivas en este sentido”.
La misiva del religioso se recibe minutos antes de la llegada de hoy martes a Quibdó del señor presidente Juan Manuel Santos.
El AfroBogotano supo del periodista Leonardo Montoya de QRadio, que el río Atrato se ha convertido en el cementerio de los Quibdoseños. En los últimos ocho días han aparecido cuatro jóvenes asesinados en la rivera de la arteria fluvial más importante del Chocò.
La siguiente es la carta completa que la máxima autoridad de la iglesia de Quibdó le entregó a las autoridades y medios de comunicación del país.
Buenos días. Estamos concluyendo la celebración de la Semana por la Paz, y paradójicamente ha sido una semana de mucha violencia. Según cifras de la Defensoría Regional del Pueblo, en Quibdó hubo 126 homicidios en el año 2012, 108 en el año 2013, 84 en el 2014 y 95 en el 2015. Es decir, el promedio es de 100 homicidios por año en una ciudad de 120.000 habitantes. A nivel nacional el promedio es de 28 homicidios por cada 100.000 habitantes. La reflexión en torno a estas cifras alarmantes nos motivó en la Diócesis de Quibdó a hacer varios encuentros con líderes de barrios e institucionalidad con el objetivo de analizar causas de la situación y posibles acciones.
Las conclusiones de estas reuniones nos indicaron que todo no se puede resolver desde el nivel regional, ya que no se tienen todos los recursos y a veces falta voluntad. Por consiguiente, hicimos una alianza entre Foro Interétnico, Mesa Departamental Indígena, Diócesis de Istmina Tadó, Diócesis de Apartadó y Diócesis de Quibdó con miras a denunciar la situación de Derechos Humanos en el Departamento del Chocó. Esta iniciativa fue acogida por la Defensoría Nacional del Pueblo y en consecuencia emitió la Resolución Defensoríal 064 para el Chocó.
Comento estos hechos para expresar la preocupación y las acciones de la Diócesis y las organizaciones étnicoterritoriales frente a la violencia urbana y otros problemas del Chocó. Los esfuerzos a veces parecen en vano pero lo que no podemos perder es la esperanza de encontrar caminos de solución. Es claro que para superar esta situación tan grave de Quibdó se requiere un esfuerzo articulado que contemple la solidez de las familias, el compromiso de instituciones educativas, la inversión social del Estado, la acción eficaz de las autoridades de policía, la contribución de los Medios de Comunicación, la participación de las organizaciones sociales y la incidencia de la Iglesia Católica y todas las Iglesias.
Tal vez sea la hora de tomar un nuevo aire y hacer un gran esfuerzo de articulación social. La movilización social a través del reciente Paro Cívico da luces positivas en este sentido.
Juan Carlos Barreto, Obispo de Quibdó.
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