El equipo de mujeres del restaurante Cabañas y Restaurante Miss Elma, siguen deleitando a los turistas con sus saberes culinarios, la alegría y el dulce sabor que le colocan a cada uno de sus platos/ foto: Antonio Sánchez.

La rojiza y exquisita langosta rellena de camarones que adornaba el blanco plato y arrancaba suspiros colectivos ante la majestuosidad servida, fue la inspiración colectiva de este titular, en la mesa de uno de los más afamados y tradicionales restaurantes de comidas típicas de la isla de Providencia y Santa Catalina.

Por Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.

Supe de los propios labios de los isleños, que el huracán Iota llegó con rabiosa prisa para llevarse lo que encontraba por delante y por detrás de Providencia y Santa Catalina. Los árboles fueron desenterrados por la furia de sus vientos, y los arbustos que se aferraron a la tierra, resistiéndose a la muerte, les fueron cortadas sus hojas con espeluznante asombro. Vi árboles muertos que seguían de pie como si estuvieran de luto velando al resto del bosque caído. Las aves que tenían sus hogares y endulzaban el oído de los niños con sus cánticos, salieron en desbandada. Tardaran muchos años para que las ceibas y almendros vuelvan a adornar el paisaje y a dar sombra a sus nativos y turistas. Y en ese sentido la corporación Coralina viene trabajando de manera incansable y de la mano con el Ministerio del Medio Ambiente y otras del sector.

Aún quedan vestigios de la tragedia natural que desentechó las viviendas y quebró las columnas que sostenían los hogares de los provincianos. Los hoteles, posadas, restaurantes, tiendas y oficinas administrativas públicas y privadas, recién comienzan a ser remozadas por los organismos de socorro y restauración del gobierno nacional, bajo la coordinación y supervisión del gobernador del archipiélago Everth Julio Hawkins y del alcalde Jorge Gari Hooker.

Pero lo más aleccionador de esta visita por tierras sanandresanas, fue la resiliencia de la gente, sus ganas de salir adelante y desterrar para el olvido ese dolor que les dejó el furibundo remolino de más de 200 kilómetros de velocidad. El tapete verde que formó sobre los pocos tejados que aguantaron el embate rabioso del Iota, están siendo reemplazados por nuevas láminas de zinc, lingotes de madera, fuertes ventanales y una fresca pintura que, con un grupo de hombres y mujeres de corazón grande reconstruyen un patrimonio de más de 50 años.

Caminando el intacto y limpio pavimento de sus calles, de repente la mirada al cielo azul se interrumpe con maestros de obra colgados como acróbatas, en función de regresarle poco a poco la vestimenta bonita a esta isla encantadora, en donde las mujeres y hombres jóvenes y adultos se unen a esta minga por la restauración de este pesebre de caracoles, peces, apacibles aguas cristalinas y alucinantes atardeceres.

El Gobernador del archipiélago Everth Julio Hawkins, el director de la Oficina de Paz de la Unesco, Guy Djoken, y del alcalde de Providencia, Jorge Gari Hooker, visitaron a varias familias, al hospital local y a los pescadores para escuchar sus necesidades/ foto: Antonio Sánchez

Y en ese paneo que hicimos desde el Embrujo, nombre del aeropuerto local, víctima también del huracán, nos encontramos con Ruth Yanet Taylor, una contadora publica egresada de la universidad javeriana, que heredó de su abuela el hotel y restaurante que hoy administra y que genera 10 empleos directos. Sus confortables habitaciones y el asombroso paisaje con sus finas arenas de playa blanca que ofrece al turista para su goce y refugio en plena paz, eran parte del amplio y atrayente portafolio que deslumbraba a los turistas y nativos. En su relato, dice tener fuerzas para retornarle la cara amable y festiva a la isla. Hablamos con ella.

Rut Yaneth Taylor/ Foto: Antonio Sánchez

El AfroBogotano, – ¿Cuénteme cómo nace este restaurante?

Ruth Yanet Taylor, – Es una famiempresa que inició con mi abuela en 1969. Cuando mi abuela se tuvo que retirar por su avanzada edad, mi mamá Josefina Huffington, heredó el legado, se apropió del restaurante, lo administró y siguió desarrollando toda la actividad de prestación de servicios de comida y hospedaje. En el 2010 yo regresé a Providencia y ella me delegó para que fuera la gerente del establecimiento.

El AfroB, – ¿Cómo se llamaba su abuela?

Y. T, – Mi abuela se llamaba Emma Archibald, ella desciende de esta isla, pero su madre venia de Honduras.

El AfroB, – ¿Cómo se está reponiendo desde lo espiritual de todo esto que sucedió?

Y. T, – Fue algo muy triste, pero a la vez estábamos agradecidos con Dios, porque las pérdidas fueron materiales, Dios nos dejó con vida, con salud y con mucha fortaleza para seguir adelante. Lo que más me dio fortaleza fue la crianza que recibí, desde pequeña, mi abuela nos enseñó que, si uno quería algo, debía trabajar por ello. Fue una sorpresa porque nosotros pensábamos que ya teníamos nuestro proyecto de vida realizado, pero si hay que volver a empezar, empezamos. Lo hacemos por nuestros hijos, por toda la generación que viene a futuro porque si nosotros nos dejamos decaer y no cogemos el impulso para seguir en nuestra isla que tanto amamos, no va a salir a flote.

El AfroB, – ¿Cuál es la magia que tiene esta isla?

Y. T, – Esta es una isla pequeña, pero por sus atractivos turísticos, cultura, gastronomía y su gente, ha sido una isla reconocida a nivel mundial, y creo que su magia también esta está en la fe y la espiritualidad de nuestra gente pujante y voluntariosa, Además, recuerde usted que es un destino turístico al que muchas personas anhelan llegar por su inigualable preciosidad; y la gente que vive en esta isla somos los que tenemos en las manos la recuperación de nuestro hogar. Es algo que depende de nosotros y del ánimo con el que nos levantemos cada día para lograrlo. Todos nos unimos en oración, logrando que aún estemos con vida y que no todo se perdió.

El AfroB, – Usted tiene dos niñas muy lindas, en ese momento de la tragedia, ¿ellas que le decían?

Y. T – La grande fue la que más lo vivió, se desesperó, pensó que todo estaba perdido e iba a ser difícil, pero yo le hablé y le dije que de ella dependía que su hermana pequeña no decayera; la pequeñita no entendía mucho lo que había pasado, lo que logró rescatar de sus pertenencias lo escondía, todo lo escondía, entre tanto mi esposo duró una semana buscando el celular que la niña lo había escondido en un zapato por temor a que el huracán regresara. Hasta los juguetes los guardó en un lugar seguro.

El AfroB, – ¿Y qué pasó luego?

Y. T, – Las 2 niñas me ayudaron durante 20 días a recolectar las cosas que se podían recuperar, la de 12 años hasta aprendió a sacar los clavos de la madera; toda esta madera que sustenta el restaurante y la casa se volvió a colocar con el concurso de la familia y un amigo incondicional. El área de la cocina la estamos reconstruyendo y los comensales nos están visitando porque ellos saben que con esos recursos nos apoyan para la compra del resto de materiales, y seguir avanzando. Y Ahí vamos, usted lo puede ver.

El AfroB, – ¿Usted lloró durante ese momento de la tragedia?

Y. T, – Lloré después, durante el huracán no pude llorar porque luchaba por la supervivencia, por mantener a mis hijas a salvo. Durante el huracán, mi casa alcanzó a inundarse hasta arriba de la rodilla porque la brisa sopló con fuerza el agua de mar hasta mi casa.

El AfroB, – ¿Y su principal temor cuál fue?

Y. T, – Mi temor era que la menor de mis hijas se me ahogara, así que durante todo el tiempo nos dedicamos a sacar el agua, botándola en el inodoro y en el baño, y con mi esposo correteamos el huracán por diversas ventanas de la casa, porque mi casa tiene unas ventanas muy grandes, entonces el huracán no se concentraba en un solo sitio, así que el temor de nosotros era que por más que no se hubiera caído el techo, el huracán se entrara por una ventana, entonces nos dedicamos toda la noche a mover los closets que tenían ruedas hacia las ventanas para detenerlo. Además de estar inundándonos, no queríamos que se llevara todo lo de la casa.

El AfroB, – ¿En quién se apoyó espiritualmente?

Y. T, – En Dios. Eran las 7 de la mañana y alcancé a ver por la ventana el como la furia del mar se había apoderado del hotel y el restaurante, lo único que hice fue rezar y le pedí a Dios que no permitiera que su fiereza cruzara la calle, no pensé en lo material, me arrodillé y le pedí a Dios por vida, y le dije: Yo nada más te pido que nos mantengas con vida, lo material no me importa; solo te pido que el mar no cruce la calle y llegue hasta mi casa.

El AfroB, – ¿Usted Le habló al mar?

Y. T, – No, porque el mar está acá y yo vivo al frente de la calle; le oré fue a Dios pidiéndole que la gigantesca tormenta no llegara hasta donde yo estaba, porque yo vi como el huracán se apoderaba del hotel y del restaurante.

El AfroB, – ¿Cuál es el camino a seguir después de este tormentoso episodio?

Y. T, – Primero, persistir en la fe, aferrados a Dios; quiero que sea una isla que siga preservando toda su identidad, pero también quiero que el Estado vuelva los ojos a esta isla, además de todo el proceso de reconstrucción de vivienda. Una isla y sus habitantes que hay que empezar a prepararlos para enfrentar el riesgo y los fenómenos naturales.

El AfroB, – ¿Y de qué manera?

R. Y. T, –  Sabemos que no podemos mitigar el impacto que tenga un efecto natural, pero si podemos preparar mejor a la comunidad para enfrentarlo. En cuanto a infraestructura, en cuanto a las barreras que se pueden crear para proteger un poquito más a la comunidad, podemos también cambiar e incluir en el sistema educativo que los niños empiecen a aprender el manejo de riesgo, así como en México; yo escuché una vez a un mexicano diciendo que ellos no han podido frenar los desastres naturales porque eso es incontrolable, pero si han podido disminuir los impactos y las cantidades de muertes a partir del aprendizaje sobre catástrofes, en las escuelas colegios y universidades, Entonces con esto que pasó en Providencia y Santa Catalina, siendo el primer huracán de esta categoría, es también un llamado urgente para que el gobierno prepare a nuestras comunidades para enfrentar estas calamidades de gran magnitud.

Tenemos un plato que se llama “Mis Elva y sus Princesas” es un filete de pescado que va en el fondo, este filete viene relleno con caracol, pescado, langosta, calamar, camarón y cangrejo.

El AfroB, – ¿Descríbale su restaurante a los colombianos?

Y. T, – Este restaurante se llama Cabañas y Restaurante Miss Elma, y siempre hemos querido mantener sus recetas, es tan así que hasta registramos la razón social en la Superintendencia de Industria y Comercio, hace 2 años, con el fin de proteger la razón social como un patrimonio de nuestro legado familiar.

El AfroB, – ¿Y de su sazón?

Y. T, – Como usted lo dijo, la sazón no se la llevó el huracán, La cocción de los alimentos es una mezcla de la sabiduría y la herencia de nuestros abuelos, que a base hiervas, hortalizas y coco, producen un riquísimo adobe para servir platos de pescados, sancochos, arroces y mariscos.

El AfroB, ¿Pero estamos hablando de cuáles ingredientes y fusiones?

Es una sazón que se ha venido creando desde mi abuela, hay cosas que hemos ido cambiando, cosas que hemos identificado que se pueden ir mejorando.  Mi mamá Josefina Grifinton, improvisó nuevos platos nacionales e internacionales. Los locales mantienen la tradición de mi abuela, pero mi mamá hizo una fusión agregándoles naturales a base de cebolla, pimentón, ajo, orégano, albahaca. Es como nuestra esencia, y nos gusta cocinar también con el aceite de coco natural de nuestra Isla, es lo básico; nuestro marisco nos encanta, lo que son nuestros pescados son apetecidos a la hora de pedir la carta, nos gusta mucho cocinar lo que es el pargo, la cherna y también introducimos el camarón en nuestros platos preferidos por los visitantes, como es el arroz marinero.

El director de la Oficina de Paz de la Unesco, Guy Djoken, fue uno de sus especiales visitantes que degustó la deliciosa langosta a base de coco y camarón, uno de los platos preferidos por los comensales. / foto: Antonio Sánchez.

El AfroB, ¿Y cuál es el menú que aconseja?

Y. T, – Se van a encontrar con una variedad de pescados, tanto sudados en coco, como fritos, una variedad de filetes y pescados que pueden ser presentados al ajillo, a la naranja o en salsa de la casa. Tenemos una variedad de caracol, cuando no está en veda, porque el caracol tiene su época También hay langosta rellena con camarón. El camarón lo preparamos en la salsa de la casa en honor a mi abuela que se llama Miss Elma.

Tenemos un plato que se llama “Mis Elva y sus Princesas” es un filete de pescado que va en el fondo, este filete viene relleno con caracol, pescado, langosta, calamar, camarón y Cangrejo, es nuestra especialidad al igual que el muy solicitado nuestro arroz marinero. Apetecidas comidas que son acompañadas con ensaladas y jugos naturales, cuando hay a base de tamarindo, guayaba, papaya, mango, mora, lulo, maracuyá, tomate de árbol y limonada natural.

Los turistas de varios lugares de Colombia y resto del mundo Desde varios países del mundo, nos hacen llegar mensajes de reconocimiento a nuestra rica sazón.

El AfroB, ¿Por qué cree que los colombianos y los extranjeros deben seguir viniendo a Providencia?

Y. T, – Porque además de nuestro destino, nosotros somos una gente muy especial. Nuestra gente es de alma transparente, pura, somos de compartir en amistad, somos algo diferente a mostrar. Los invito a que vengan y compartan con nosotros, que vivan un poquito de nuestra experiencia y de nuestra exuberante naturaleza, única en el mundo.

Jorge Gari Hooker, alcalde de Providencia/ foto: Antonio Sánchez.

La fe del alcalde

El AfroBogotano, – ¿Alcalde, Desde su corazón, desde su despertar, ¿Cómo está contribuyendo usted para reconstruir a su localidad y darle animo a su comunidad?

Jorge Gari Hooker, – No solamente desde mi corazón, sino que me entregado en cuerpo y alma, también con todas mis capacidades, mi experiencia en este proceso de reconstrucción para que sea un éxito, trabajando de manera articulada con el gobierno nacional, departamental y local para llevar a cabo de una manera exitosa este proceso de reconstrucción de Providencia y Santa Catalina.

El AfroB, – ¿Qué le dice a usted que la reconstrucción va por buen camino?

J.G.H -, Cuando salgo de mi casa todos los días y observó el avance, eso me motiva. el tema de avances se debe manejar por porcentajes de acuerdo a las líneas de acción que estamos atendiendo. El tema de reparación de viviendas va en un 60% de avance; en energía eléctrica un 98%; en el acueducto ya está reactivado. En viviendas nuevas hay que reconocer que hay retrasos, mientras que en reconstrucción de las viviendas en un 61%.  Pero me motiva ver viviendas reparadas, casas techadas. Hace falta mucho todavía, pero estamos trabajando para poder lograr lo mayor posible en esta reconstrucción.

El AfroB, -Cuando se acuesta, ¿En quién se encomienda?

J.G.H -, Soy creyente, soy católico, me encomiendo mucho a Dios y oro todas las noches. Antes de dormir le pido a Dios que me de sabiduría, esa fortaleza, ese presentimiento, esa ciencia, esa inteligencia para poder levantarme al día siguiente y poder contribuir de una manera positiva al proceso de reconstrucción. En esto hay que darle gracias a Dios, él es el que hoy nos tiene con vida y por lo que pasó es que nos hemos salvado. Es por ello pues que hace más de un año tengo un culto de oración, en donde oramos los lunes y viernes a las 6 de la mañana. Invitamos al gobernador y él nos acompaña todos los lunes y viernes porque tenemos que colocarlo a él siempre delante de todo.

El Ministerio de Educación avanza de la mano de la ancestralidad.

En la caminata por este paraíso, me encontré un gran amigo que desde hace muchos años viene luchando por las reivindicaciones afro, raizales, negras y palenqueras, él es Fernando Palacios, miembro del equipo de trabajo del Ministerio de Educación, quienes acompañan el cumplimiento de los procesos de reconstrucción y avance de los procesos educativos en el territorio, velando que se ejecuten desde la perspectiva de su ancestralidad. Me contó que “ante las adversidades naturales, en Providencia y Santa Catalina, sus procesos implican ser guiados por los saberes ancestrales, que se entrelazarán con las nuevas maneras de intervención contextualizada y de unas acciones sin daño”, Así mismo me cuenta que los proyectos que mitigan la situación obtendrán el propósito esperado con la debida apropiación que conlleva al poder territorial y al buen vivir de las comunidades. ,

Reafirma Palacios, que la comprensión de trabajar con un duelo ante la pérdida material más la afectación a la salud mental, que de manera considerable ha potenciado la incertidumbre, nos da ruta de una causa proyecto territorial que da fuerza a todas las entidades locales, nacionales e internacionales que aportan de manera integral a las comunidades y al territorio, creando la implantación de pensamientos y acciones para no desfallecer ante la desesperanza”.

Entrega de aulas temporales de la CER Bomboná a la comunidad de Casa Baja y Suroeste en Providencia./ foto: Fernando Palacios.

El clamor de los pescadores

Los pescadores de Providencia reclaman mayor y mejor atención del gobierno nacional para recuperar sus artes de pesca y embarcaciones perdidas durante el huracán Iota- En la gráfica, tomada poco después de la reunión sostenida con el gobernador del archipiélago Everth Julio Hawkins y del alcalde Jorge Gari Hooker, aparece el pescador artesanal Harbie Robinson, miembro de la Asociación de Pescadores de la isla y Foto/Antonio Sánchez.

“Después del huracán IOTA hicimos un inventario de todas las embarcaciones o de barcos mayores que se han perdido o que han sufrido daños; hasta el momento no hemos podido reactivar nuestra pesca artesanal como lo hemos venido haciendo desde niños por falta de equipos y maquinarias, lo cual nos impide hacer nuestro oficio diario que es la pesca para mantener a nuestra familia. Nos hace falta implementos de pesca, equipos, los cuales hemos perdido.

Y sobre la conclusión de este encuentro con el alcalde, el gobernador y la ilustre visita del señor de la Unesco, le cuento, que no es la primera que hemos tenido, en este lugar se le llama campamento por la dignidad, este campamento ya lleva 54 días, estamos acá las 24 horas porque apelamos por nuestra dignidad. Estamos velando porque el gobierno cumpla con lo que está escrito en la ley. Tenemos 6 puntos: el primero es la construcción del guardacostas, aledaño a la cooperativa Fishionar Farmy que no tiene permiso de construcción; un muelle que hicieron ellos atravesando el muelle de la cooperativa que tenía anteriormente y se llevó el huracán; estamos exigiendo también un subsidio de trabajo por todo ese tiempo que no hemos podido pescar. Otro punto que también estamos velando era por el comodato de este lugar, porque este lugar pertenece a la alcaldía municipal, este punto ya lo resolvimos, el alcalde con todo el amor nos ha devuelto el comodato por 5 años más; dentro de esto también pensamos que el pescador debe tener una vivienda digna, porque si nosotros no podemos descansar en nuestras casas en forma cómoda, luego del sol y la lluvia que padecemos en nuestras faenas de pesca, el rendimiento de pesca no va a ser rentable.

Invito a que nos ayuden no solamente a reconstruir a Providencia, sino también a fortalecer este lugar hermoso y turísticamente reconocido en todo el mundo”

Una pasarela soñada

En tan solo 32 dias, los 15 empleados de la empresa Vega Triana Ingenieros, lograron reconstruir la pasarela que sirve de vista a la isla y motivo de orgullo de sus habitantes. Un motivo para regresar a Providencia. Un atardecer que invita a quedarse entre sus aguas de colores y que el Grupo San German Express, lo transporta en modernos aviones desde cualquier lugar del país. /fotos archivo privado y Antonio Sánchez