En las calles de los Estados Unidos sigue subiendo el tono de rabia y de indignación por el asesinato del afroamericano George Floyd, de manos de la policía. / foto El País.
Mientras el asesinato del afroamericano George Floyd, ha despertado las protestas en las calles de millones de ciudadanos porque el pasado lunes un policía le presionara el cuello con su rodilla hasta causarle la muerte, en Puerto Tejada-Colombia, otro policía estrellaba sin clemencias el bolillo de dotación contra la cabeza el joven Anderson Arboleda, hasta causarle la muerte.
Por Antonio Sánchez/ fotoperiodista.
Líderes y activistas afrocolombianos como Claudia Mosquera, María Isabel Mena, Natalia Mosquera, Carlos Angulo y Daniel Caicedo, condenaron los hechos.
Los periodistas de la Wradio se comunicaron con Patricia Torres Rey, senadora de Minnesota, nacida en Pasto-Colombia. El AfroBogotano les entrega apartes de la entrevista que describe antecedentes y crudas realidades del fenómeno del racismo y sus patíbulas consecuencias en los Estados Unidos.
Patricia Torres Rey, senadora de Minessota.
Wradio- Senadora-, ¿Cómo es que una mujer de Pasto llega a Minnesota?
Patricia Torres Rey-, Con mucho esfuerzo, con un grupo de gente maravillosa que decidió trabajar conmigo, definitivamente encontramos una forma de organizarnos políticamente hace 15 años y así llegamos al poder; fue el comienzo de una tarea bastante dura para llevar a más mujeres de color e indígenas al poder, es lo que hemos estado haciendo los últimos 15 años, yo fui una de las primeras, pero hoy tenemos muchas más en la cama de representantes en el senado a nivel local y nacional en Washington, de manera que la tarea sigue.
Wradio-, ¿Qué tanto hay de cierto en que las acciones vandálicas son protagonizadas por personas que no tienen nada que ver con la defensa del señor Floyd, y que inclusive llegan de otros estados? ¿Eso es cierto?
Hay una excavación bastante grave, obviamente los motines han terminado en incendios y en destrucción de muchísimos edificios, que obviamente no es el trabajo que los activistas quieren hacer. Hemos trabajado muchos años, creo que los Colombianos y el mundo entero saben el trabajo que empezó con Martin Luther King, todavía continua trabajándose para lograr una equidad más grande en este país, tenemos una inequidad que crece cada año y no podemos tolerar eso, porque el 1% es dueño de la mayoría de la riqueza de este país, la pobreza crece en cada esquina para todos los grupos étnicos y para la gente joven; cada día se aumenta más esa distancia entre los que tiene los recursos y los que no. Entonces estamos en un momento de la historia en el que tenemos que pelear por cambiar eso, nuestra juventud nos está diciendo “Ya no más”. Entonces es una lucha para el cambio del sistema judicial, que ha sido un sistema muy racista, en el cual han sido encarcelados u asesinados muchísimos indígenas, afroamericanos, y hoy en día, a muchísimos inmigrantes en la frontera. Es un sistema que ha criminalizado a los grupos étnicos y eso tiene que terminar, vamos a pelear tan duro como podamos para cambiar la historia, para poner una nueva dirección y eliminar estas inequidades; ese es el fundamento principal de esta pelea. Obviamente hay situaciones que son incontenibles y la infiltración de supremacistas ha sido bastante difícil de controlar, tenemos una división muy grande en el país en este momento, que ha sido principalmente inspirada por el presidente, que se ha dedicado a ponerle gasolina al fuego desde que entró a la Casa Blanca, y por ende, tenemos la división más grande que ha existido y ese es uno de los problemas principales y por eso ocurren estos asaltos a las comunidades que se ven alrededor del mundo hoy.
“Las compañías que están haciendo la fumigación y todo esto son de aquí, los colombianos no entienden que les estamos dando el dinero nosotros mismos, ese dinero no es para Colombia, es para EEUU, es de las compañías que tienen todos estos instrumentos usados en Colombia, y la gente no comprende este asunto, creen que están siendo protegidos, generando un problema para crear más riqueza en la industria de armas de EEUU”
Wradio-, Senadora, a propósito del presidente, en las últimas horas ha estado muy activo presionando, criticando y yo diría que, hasta maltratando a los gobernadores por su timidez, él dice que los ve con miedo y que este es el momento de reaccionar; los gobernadores reaccionan, pero con mucha prudencia para evitar que se repita otro George Floyd. ¿Pero tiene en algo razón el presidente en el sentido de que los gobernadores están un poco tímidos ante esta ofensiva de vandalismo?
P.T.R-, No tiene ninguna razón, voy a darle el ejemplo de algo que sucedió. Anteanoche, aquí en Minneapolis, en el centro de la ciudad teníamos 3.700 soldados, tratando de dispersar una multitud de 250 activistas en el centro de Minneapolis, estaban con chalecos, armas, gases, tratando de dispersas pero no lo lograron, por 5 horas trabajaron para dispersar pero no lo lograron. A 5 cuadras de ese lugar, 4 indígenas tenían una multitud viniendo, ellos llamaron a esta multitud y les dijeron “Tienen que regresar a casa, nosotros no podemos destruir porque este es nuestro lugar y necesitamos que se vayan a casa”, en 5 minutos, dispersaron a docenas de personas que se fueron a su casa. Eso es lo que necesitamos hacer que, en este momento, nuestros grupos indígenas están manejando la dispersión de estas multitudes con sus tambores y con sus voces; el presidente no tiene ninguna razón, él quiere escalar intervención militar internamente y en el mundo entero, si tenemos que oponer esa intervención militar porque ese es exactamente el problema que estamos viviendo internamente y en el mundo. LA intervención militar en los Estados Unidos, es un veneno a nivel mundial, que no nos ha ayudado a reconciliarnos si no todo lo contarios, nuestra reputación en el mundo entero es peor que nunca.
Yo creo que no estoy sola, si no que estoy diciendo algo que no está repitiéndose en cada esquina de la nación. Esto no es un tema que estamos diciendo solo los demócratas, hasta la iglesia hoy refutó la fotografía que el presidente se tomó en frente de una iglesia en la cual tiene una biblia en la mano e hizo tirar gas lacrimógeno en contra de un grupo de activistas para poder pasar el andén de la Casa blanca hacia la iglesia para poder tomarse una foto. Entonces lo sabemos y entendemos muy bien, realmente estamos muy unidos con grupos de fe, activistas y el resto del mundo en demandar paz, reconciliación y una respuesta a la inequidad que existe en estos momentos
Wradio-, Senadora, ¿Cómo se puede combatir con este tipo de prácticas policiales ocurridas?
P.T.R-, Tenemos que pensar en un nuevo sistema, el que tenemos se ha ido muy lejos, es un modelosque está dirigido a comprar armamentos de guerra producidas por las compañías que tienen más dinero en el mundo, es una máquina de producción de dinero, dinero que se necesita para otras cosas. Hemos analizado muy bien como el dinero usado por el Pentágono, solucionaría todas las deudas que tenemos acá en los Estados Unidos de los estudiantes en la universidad, daría salud a todos lo que la necesitan, tendríamos escuelas que estuvieran bien financiadas e incluso podríamos ayudar al mundo entero, solo con el presupuesto del Pentágono. Entonces es necesario entender que nos fuimos muy lejos en la producción de armas de guerra, porque es una industria que ha generado una riqueza inmensa para un número muy pequeño de personas. Eso lo estamos usando a nivel local en la policía, utilizamos los mismos instrumentos y técnicas de entrenamiento, que casualmente están siendo implementadas en Colombia hoy. Entonces tenemos que cambiar esa forma de intervenir, de trabajar con las comunidades, de crear un lugar donde todos estemos seguros, donde podamos llamar con confianza a un policía para solucionar un problema, y no es con un fusil, es con el entendimiento del problema que existe en ese momento que generamos reconciliación; el 99% de las intervenciones no necesitan fusil.
Wradio-, Senadora, ¿Cómo se les explica a las personas que siguen sin entender por qué no se han arrestado a los otros 3 policías que evidentemente están en el video, y de una manera u otra forman parte de la muerte de George Floyd?, ¿Cómo se podría explicar ese hecho?
P.T.R-, Es inexplicable, porque en cualquier caso normal, cuando una persona asesina a otra, las personas que están de cómplices asegurando que esta persona haga esa ejecución, obviamente serian arrestados inmediatamente, tratados bajo la justicia, eso no está sucediendo aquí. Esta mañana un activista dijo algo muy claro “Una sola voz de los otros 3, hubiera evitado ese asesinato y George Floyd estaría con nosotros hoy”, y es verdad; so uno de esos policías le hubiera dicho a su compañero “Tienes que parar”, él hubiera parado. Pero eso no sucedió, sucedió lo contrario, lo protegieron hasta que el terminó de asesinar a George Floyd. Eso es inexplicable.
Wradio-, Sr. Patricia, ¿de su primera intervención deduzco que no es solo una cuestión de racismo, sino que es una explosión social por las diferencias sociales que existen en Estados Unidos?
P.T.R-, Absolutamente, es interesante como revisamos hoy muchos de los manuscritos de King y como explican lo que está sucediendo hoy después de tantos años, vivimos esa misma realidad y continuamos en la misma lucha, en tratar de eliminar el racismo que existe en este país que ha provocado la opresión, la pobreza, el encarcelamiento y la muerte de tantas personas afroamericanas e indígenas en el país.
Wradio-, Hace unos minutos, el senador Lindsey Graham presidente del Juicial del senado, dijo que planea celebrar una audiencia el próximo 16 de junio para investigar, debatir e ir a fondo sobre toda esta situación que ha ocurrido. ¿Qué tienen previsto hacer en e senado de Minnesota?, ¿Tienes alguna actividad, van a hablar también con el senado de los Estados Unidos?, ¿Qué tienen previsto?
P.T.R-,Mi trabajo principal en estos momentos, está asociado con lo que llamamos People colors and indigenas es, “La gente de color indígena” elegí a la cámara y al senado, somos 16 únicamente, pero somos 16 que tenemos una voz fuerte, somos una propuesta legislativa que tiene 2 pasos específicos, el primero es una reforma del sistema legislativo, el sistema judicial y el sistema de seguridad, es un cambio radical en cómo se hacen las investigaciones, en cómo se entrega el presupuesto para incorporar muchísimos pasos de intervención donde haya la participación de la comunidad; un asunto interesante que nos trae esta conversación es que el 97% de los policías que trabajan en Indianápolis no vienen de allí, vienen de las zonas suburbanas, lo que quiere decir que no quieren ser parte de nuestra comunidad, vamos a proponer que las personas que quieran trabajar en la ciudad, tienen que vivir aquí y empezar a formar relaciones con nosotros, tienen que conocer a nuestro niños y nuestras escuelas, para que tengamos una relación en la que nos tratemos como seres humanos. El segundo paso es que tenemos una propuesta significativa para empezar a reconstruir la economía en Minneapolis, que va a ser una economía dictada por las personas locales y una preferencia total a tener negocios que sean de las personas que viven en esta ciudad, predominantemente personas de color indígena, lo que quiere decir que nosotros no queremos las grandes corporaciones reconstruyendo Minneapolis y adueñándose de los espacios; queremos que hayan pequeñas tiendas, en las que podamos dar más oportunidades económicas para las personas que viven aquí.
Wradio-, Estos casos de brutalidad policial se repiten una y otra vez, si uno se va a 1942 con el caso Rodney King en los Angeles se dio que unas fueron las protestas cuando se conoce el video de lo que sucedió con la policía, y las segundas protestas fueron cuando esos policías que aparecían apaleando a ese hombre, salían libres. Muchos consideran que mientras no se cambie el sistema de juzgamiento de las policías a nivel nacional en los Estados Unidos, ¿esto se va a seguir repitiendo?
P.T.R-, Absolutamente, acaba de decir lo que nosotros sentimos en este momento, y esa es nuestra urgencia. No podemos dejar pasar este momento, ni hacer tantos sacrificios por nada, la cual es una reforma completa del sistema de seguridad, del sistema de policía, del sistema judicial; y una nueva dirección en una economía participativa en la que todos podemos tener una oportunidad para avanzar y crecer social y económicamente. Esos dos factores, para nosotros son absolutamente esenciales, es un cambio radical en la manera en la que queremos lograr una intervención en este momento, que es realmente un cambio de política, de leyes y de estructura radical
Wradio-, ¿Hay algún sector de la población norteamericana que se pueda decir que aun sostiene racismo en los Estados Unidos?
P.T.R-, Naturalmente, estamos aquí en este momento de la historia porque tenemos un momento de racismo que ha ido aumentando y construyéndose hasta llegar a la explosión que tenemos hoy. Pero hay un asunto muy importante que tenemos que ver, estas explosiones traen a la superficie cosas malas, pero también cosas muy buenas. Mi hijo tiene 24 años, es un activista, está en la calle todos los días con sus amigos, miles están juntos y decididos a traer un cambio. Entonces esa energía que es generada por ese trauma, ese racismo y esa frustración, es precisamente lo que va a lograr un cambio duradero; no es fácil pasar por un trauma tan enorme como el que estamos pasando, porque estas explosiones traen las dos cosas, esta destrucción total, pero al mismo tiempo esta esperanza y energía enorme de la gente joven, blanca, asiática, latina, indígena, mixta que están de la mano y no se van soltar hasta que puedan lograr ese cambio. Eso es lo más inspirados que está sucediendo en estos momentos; en cada grupo minoritario, en cada grupo étnico estamos juntos, vamos a sufrir de la mano y vamos a levantarnos de la mano. Es muy inspirador lo que está sucediendo en estos momentos; es difícil, especialmente para las personas que debemos buscar la solución para todos los que están sufriendo, que han perdido sus negocios, que han perdido todo lo que tenían, es un sacrificio enorme, pero queremos levantarnos. Aun las personas no sé si han leído las historias de tantos de los negocios que perdieron sus edificios y en este momento solo tienen cenizas, que se han parado frente a sus cenizas y han dicho “está bien, yo puedo recuperarme y voy a reconstruir este edificio, pero no voy a parar de hacer un llamado a la justicia para un cambio radical”. Entonces eso es muy inspirador, es un momento en la historia que no se repetirá, no podemos dejar pasar, ni podemos dejar de hablar; yo agradezco mucho que me hayan llamado y que me dieran la oportunidad de hablar con los colombianos, porque sé que nosotros estamos en una situación bastante difícil en Colombia, la pandemia nos ha afectado muy duro.
Wradio-, Senadora, justo sobre eso quisiera preguntarle. Excúseme que le pregunte por un tema colombiano, pero aquí están sus ancestros y hoy hay una discusión en Colombia por la presencia de tropas norteamericanas, que dice el gobierno que es para un entrenamiento contra el narcotráfico, porque aumentan las áreas de cultivo de uso ilícito. Dado que también han aumentado los crímenes contra líderes sociales, indígenas y ambientales, ¿no sería necesario que también hubiera entrenamiento para proteger a esos líderes, muchos de los cuales están en el sur de Colombia, en Nariño, Cauca, donde están muchos de los afectos?
P.T.R-,Por supuesto, la pelea es dura también, obviamente estoy en conversaciones todo el tiempo con mis colegas en Washington para que entiendan que la verdad nosotros haríamos muchísimo trabajo muy positivo e intenso en las zonas donde más lo necesitamos en Colombia con el dinero que esta entregado en este momento para combatir la droga y hacer trabajo antiterrorista, a mí me parece que ese dinero debería ser utilizado de una manera muy diferente; lo he dicho desde siempre, obviamente yo crecí en Colombia y me vina a EEUU cuando tengo 23 años, entiendo el concepto Colombiano y tenemos que seguir peleando, creo que hay creo que hay una cultura en Colombia hoy después de 46 años de guerra civil, que creen que esta es la manera de protegernos, pues no, esa no es la manera de protegernos y crear seguridad, todo lo contrario. Necesitamos una economía vibrante en cada pueblo en Colombia, necesitamos ayuda de todo el mundo para generar industria, para manufacturar muchos productos en Colombia; en Colombia tenemos la gente más inteligente del mundo, creamos lo que quieran, en Colombia si hay algo que no existe, nosotros lo vamos a crear y va a existir, podemos manufacturar cualquier producto porque tenemos unas manos maestras y unos cerebros brillantes. Tenemos tanto potencial en Colombia, y nuestra diversidad geográfica nos permitiría alimentar al mundo si pudiéramos trabajar con nuestros campesinos; esa es la necesidad que tenemos, ahí es donde tenemos que poner todo nuestro interés, toda la ayuda que podamos tener del exterior, eso no es lo que estamos haciendo en estos momentos en Colombia y por eso estamos teniendo la tragedia que tenemos. De eso tenemos que seguir hablando y yo soy una vocera aquí en Colombia y en Washington sobre eso; es que el dinero que está recibiendo Colombia se lo lleva Estados Unidos, porque las compañías que están haciendo la fumigación y todo esto son de aquí, los Colombianos no entienden que les estamos dando el dinero nosotros mismos, ese dinero no es para Colombia, es para EEUU, es de las compañías que tienen todos estos instrumentos usados en Colombia, y la gente no comprende este asunto, creen que están siendo protegidos, generando un problema para crear más riqueza en la industria de armas de EEUU. Los helicópteros, que en Colombia no tienen esos helicópteros para hacer esas fumigaciones, por Dios; entonces todo el dinero que va al país, se regresa para mandar estas fumigaciones; es un área muy complicada y muy compleja, pero siento que se necesita hablar mucho más de eso en Colombia.
Barack Obama: «Las protestas son una oportunidad increíble para que muchos despierten»
Barak Obama/ BBC News Mundo
“Mientras millones de personas en todo el país toman las calles y alzan sus voces en respuesta al asesinato de George Floyd y al problema actual de la justicia desigual, muchas personas se han acercado para preguntar cómo podemos mantener el impulso para lograr un cambio real”.
“Las oleadas de protestas en todo el país representan una frustración genuina y legítima por un fracaso de décadas en reformar las prácticas policiales y el amplio sistema de justicia penal en los Estados Unidos. La gran mayoría de los participantes han sido pacíficos, valientes, responsables e inspiradores. Se merecen nuestro respeto y apoyo, no una condena, algo que la policía en ciudades como Camden y Flint han entendido de manera admirable”.
«Por otro lado, la pequeña minoría de personas que han recurrido a la violencia en diversas formas, ya sea por enojo genuino o por mero oportunismo, están poniendo en riesgo a personas inocentes, lo que agrava la destrucción de vecindarios -que a menudo ya carecen de servicios e inversiones- y restando valor a la causa mayor. Vi a una anciana negra siendo entrevistada hoy llorando porque la única tienda de comestibles en su vecindario había sido destruida.
“Así que no justifiquemos la violencia, ni la racionalicemos, ni participemos en ella. Si queremos que nuestro sistema de justicia penal y la sociedad estadounidense en general operen con un código ético superior, entonces tenemos que modelar ese código nosotros mismos”.
“En segundo lugar, escuché que algunos sugieren que el problema recurrente de prejuicios raciales en nuestro sistema de justicia penal demuestra que solo las protestas y la acción directa pueden generar cambios, y que votar y participar en la política electoral es una pérdida de tiempo. No podría estar más en desacuerdo”.
“Además, es importante que comprendamos qué niveles de gobierno tienen mayor impacto sobre nuestro sistema de justicia penal y prácticas policiales. (…) los funcionarios electos que más importan en la reforma de los departamentos de policía y el sistema de justicia penal trabajan a nivel estatal y local”.
“Son los alcaldes y los ejecutivos del condado los que designan a la mayoría de los jefes de policía y negocian acuerdos de negociación colectiva con los sindicatos policiales. Son los fiscales de distrito y los fiscales estatales los que deciden si investigan o no y, en última instancia, acusan a los involucrados en mala conducta policial”.
“Entonces, la conclusión es esta: si queremos lograr un cambio real, entonces la elección no es entre protestas y política. Tenemos que hacer las dos cosas. Tenemos que movilizarnos para crear conciencia, y tenemos que organizar y emitir nuestro voto para asegurarnos de elegir a los candidatos que actuarán en la reforma”.
“Reconozco que estos últimos meses han sido duros y desalentadores: que el miedo, la tristeza, la incertidumbre y las dificultades de una pandemia se han visto agravados por trágicos recordatorios de que los prejuicios y la desigualdad aún forman gran parte de la vida estadounidense. Pero observar el mayor activismo de los jóvenes en las últimas semanas, de cada raza y cada estación, me da esperanzas. Si, en el futuro, podemos canalizar nuestra ira justificable hacia una acción pacífica, sostenida y efectiva, entonces este momento puede ser un verdadero punto de inflexión en el largo viaje de nuestra nación para cumplir con nuestros ideales más altos”.
Claudia Mosquera Rosero-Labbé
Líder Grupo de Investigación Idcarán
Mala muerte, movilizaciones y nuevos liderazgos entorno a la vida asfixiada de George Floyd
Una vez más nos llegan noticias sobre la brutalidad de la policía por parte de oficiales blancos que han naturalizado abatir en las calles cuerpos negros y ahora asfixiarlos a plena luz del día. Con la sensación de saber de qué se trata observamos el uso desproporcionado de gases lacrimógenos, balas de goma, desfile de armas cargadas ante movilizaciones de personas civiles desarmadas. Sin lugar a dudas las cárceles y la policía son los dispositivos necropolíticos más eficaces para arrasar más y más vidas negras en los Estados Unidos.
Una vez ponen la cara ante la escena público política los nuevos rostros de los activismos negros para de nuevo denunciar, gritar, oponerse y frenar las muertes negras por medio de discursos de todos los bemoles, de todas las orientaciones políticas y religiosas, de símbolos poderosos como el take a knee , o de respuestas simbólicas como la de Muriel E. Bowser, alcaldesa de Washington, D.C., quien renombró la 16th Street próxima a la Casa Blanca como Black Lives Matter Plaza este viernes 5 de junio.
En Estados Unidos es peligroso ser una persona negra y vivir en los barrios negros más riesgoso aún, George Floyd y su mala muerte y su doloroso morir testimonia varias cosas: que ser una persona negra en un mundo anti-negro se convierte en la mayor tarea espiritual, moral y política para cada generación en Estados Unidos como lo afirmó de manera reciente Dante Stewart; el fracaso de las costosas reformas a la policía que se pusieron en marcha en algunos lugares en donde en el pasado se presentaron muertes negras, estas reformas afirmaban que una policía comunitaria y capacitada en relaciones raciales eran suficientes para transformar su ethos, la existencia de nuevos liderazgos para hablar de lo que ocurre en los barrios negros y la capacidad de movilización y de articulación del movimiento Black Lives Matter . Una vez más los afroestaudiensense le dicen al mundo que la pedagogía de la crueldad sigue vigente y que esta vez se exhibió durante ocho minutos y 46 segundos a rostro descubierto.
Las protestas que se desarrollaron y desarrollan en los últimos días recogen la colera, la ira, el descontento, la desesperanza ante la brutal muerte de George Floyd sin duda alguna pero también las bofetadas a la dignidad colectiva de un pueblo negro que asistió por TV a los entierros en fosas comunes de tantos cuerpos negros que reflejaban la existencia del racismo estructural estadounidense que facilita al devastador Covid-19 aumentar el número de víctimas para las estadísticas epidemiológicas; las movilizaciones denuncian el pésimo sistema de salud pública que existe en ese país que descree del rol protector del Estado. Y si los latinos y otras minorías hoy se suman a los llamados del movimiento Black Lives Matter para movilizarse es porque estas comunidades también están experimentando en el rigor de la pandemia – y antes- que sus vidas son tratadas racialmente como desechables.
En los próximos días veremos un duro debate en torno a volver a reformar la policía de manera inmediata para contener el uso excesivo de la violencia, algunos líderes locales y barriales de izquierda hablan de suprimir la policía en las áreas negras afectados por la policía, y desde ahora proyectan el papel que deben jugar las propias comunidades frente a sus problemas de seguridad ligados al alto desempleo juvenil, a la distribución de drogas y a la violencia intrafamiliares entre otras. Las y los progresistas hablan de la necesidad de que existan “reformas que reduzcan el gasto público en vigilancia y seguridad porque están vinculadas a luchas más amplias para financiar adecuadamente los servicios públicos que se necesitan para resolver las crisis sociales en las que los policías se insertan e inflaman. […] necesitamos más maestros y trabajadores sociales, no más policías; necesitamos cerrar cárceles y abrir escuelas; necesitamos más empleos y atención médica, no más artilugios militares financiados por los contribuyentes para matones en azul. Si los políticos estuvieran realmente preocupados por el llamado crimen, estas son las cosas en las que invertirían” escribía de manera reciente Brian Bean en la revista Rampant en el pasado mes de marzo.
También veremos a una gran cantidad de hombres y mujeres intelectuales negros afirmando una vez más en una democracia liberal la única manera de frenar el racismo y la necropolitica es por medio del voto y de la representación política racial. Algo que ya muchos afroestaudienenses no creen. Por ahora hay que escuchar lo que dice el lenguaje de las marchas porque la política de la muerte va ganando la partida y el movimiento Blue Lives Matter es el nuevo nicho que apoya y defiende el despliegue de la violencia y de la fuerza desenfrenada por parte de la policía como algo legitimo dentro del Estado de Derecho
CARLOS ANGULO
Activista Afro
Para que Estados Unidos, asuma una mirada y actitud menos diabólica y criminal, tiene que hacer una gran revolución educativa, una gran redistribución de riqueza.
La muerte de George Floyd en los Estados Unidos es la herencia de un sistema que construyó todos sus principios sobre la base del sometimiento de la gente negra. Es más, o menos como la actitud que nosotros tenemos ante la vaca: la alimentamos, pero una vez llega el momento nos la comemos; lo mismo no hacemos con el perro porque con el perro creamos otro sentimiento otros principios respecto a su vida.
Lo cierto es que Estados Unidos ha desarrollado un principio ante la vida de la gente negra, en la que nadie recibiría ningún castigo por quitarle la vida a un negro es lo que hemos venido haciendo: lo hizo mi tío y lo hizo mi abuelo. He visto a familiares míos asesinados, y sus victimarios no ir a la cárcel como un acto normal dentro de la idea de supremacía blanca.
Aunque, por el otro lado, las leyes quieran plantear nuevas jurisprudencias, ese acto está instalado en la mentalidad del blanco racista de Estados Unidos.
Para que Estados Unidos, asuma una mirada y actitud menos diabólica y criminal, tiene que hacer una gran revolución educativa, una gran redistribución de riqueza.
El problema del racismo en Estados Unido, es la médula espinal de los Estados Unidos, así lo reza la historia
Por último, En Estados Unidos, hay una gran población armada que de manera silenciosa pero explosiva, a futuro, es susceptible de provocar una guerra civil que lo destruya por completo, y tal vez no encontrarán en el mundo ningún otro país, capacitado para ganarle una guerra. Ellos, los Estados Unidos, tienen la capacidad de auto destruirse por su propia filosofía.
El Posible Asesino
Los ojos de los investigadores del FBI están puestos en las 18 denuncias que tenía el policía ante la oficina de Asuntos Internos del Departamento de Policía de Minneapolis. Las irregularidades las cometió durante las dos décadas en las que prestó servicio al cuerpo oficial.
Según el diario «Star Tribune», Chauvin fue uno de los agentes implicados en la muerte en 2006 de Wayne Reyes, un hombre de 42 años que, supuestamente apuntó con una escopeta al oficial tras apuñalar a un amigo y a su novia.
Sentida y multitudinaria despedida de George Floyd
De qué murió
El afroamericano George Floyd, murió por «asfixia causada por compresión en el cuello y la espalda», según la autopsia encargada por sus familiares, informó su abogado.
La autopsia oficial, en cambio, había excluido la asfixia traumática y el estrangulamiento.
Según la autopsia oficial, cuestionada por la familia de la víctima, «los efectos combinados del ser bloqueado por la policía, de sus patologías preexistentes (coronariopatía e hipertensión, ndr) y alguna potencial sustancia intoxicante en su cuerpo contribuyeron probablemente a su muerte».
la muerte de Floyd ha disparado numerosas protestas en Estados Unidos y ha puesto en jaque a la presidencia de Donald Trump.
NATALIA MOSQUERA
Investigadora social
Mirar para adentro: Racismo Sistémico en Colombia
El asesinato de Anderson Arboleda en Puerto Tejada, Colombia y George Floyd en Estados Unidos, son un doloroso recordatorio del racismo sistémico que millones de personas y comunidades vivimos diariamente alrededor del mundo. Sistémico porque se repite y tiene causas comunes, se vive en el día a día, en las creencias y normas que legitiman la violencia, la opresión y la desigualdad social y racial. ¿Qué hacer? En Colombia, la lucha de las comunidades negras es histórica, es urgente continuar la implementación de las leyes que protegen sus territorios y comunidades, como la Ley 70 y el Capítulo Étnico del Acuerdo de Paz. Reconocer y romper barreras, mirar para adentro.
El Gigante amable
Floyd, de 46 años, fue asesinado el pasado lunes por la noche después de ser detenido bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
en videos grabados por transeúntes aparece chauvin, un policía con antecedentes de abuso de fuerza, con la rodilla sobre su cuello durante minutos.
Floyd, oriundo de Houston, creció en el Third Ward de la ciudad y se graduó de la escuela secundaria Jack Yates High School, donde jugaba fútbol americano, según ktrk, afiliada de CNN.
se mudó a Minnesota para trabajar y conducir camiones, según su amigo y exjugador de la NBA, Stephen Jackson.
“por favor, por favor, por favor, no puedo respirar. por favor”, se escucha a floyd, mientras agoniza.
El “no puedo respirar” de floyd se ha convertido, precisamente, en el grito de la protesta que vuelve a poner en evidencia la violencia policial contra los afroamericanos en estados unidos.
Piden justicia
Jovanni Thunstrom contó en Blu radio que George Floyd, era su hombre de seguridad y confianza en el club Conga Latin Bistro, en Minnesota. Lo describió como un hombre pacífico, trabajador y su gran amigo.
asimismo, manifestó que George trabajaba para sacar a su hija adelante y que su muerte se convirtió en un emblema contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos.
relató que George, era amante del baloncesto y del fútbol, amaba su trabajo, su hija era su motor y siempre trataba de entablar buena amistad con sus compañeros de trabajo, clientes del negocio y amigos.
Además, era conocido por los clientes y amigos como “el gigante amable”, debido a su estatura física y su don de gente.
declaró que el policía asesino es racista y siente empatía por las políticas del presidente Donald Trump.
Un joven es retenido por dos agentes en Nueva York, en disturbios ocurridos tras el asesinato del adolescente James Powell, a manos de un policía en 1964. / Foto/ cordon press.
La historia se repite.
La historia se repite: James Powell, el adolescente tiroteado por un policía que dio lugar a los disturbios de Harlem en 1964
En 1964, un policía mató de tres disparos a un afroamericano de 15 años. su muerte originó unas protestas que duraron 11 días y tuvieron lugar, como en el caso de George Floyd, en año de elecciones.
La periodista Silvia Cruz Lapeña, narra, que la muerte de Michael Brown a manos de Darren Wilson, tuvo lugar en Ferguson en 2014. Por los hechos –un joven afroamericano asesinado por un policía– y la proximidad de la fecha –2014– sería lógico compararla con la que hoy ocupa las portadas de los diarios y tiene en vilo a eeuu: el caso de George Floyd. La autopsia ha confirmado que murió asfixiado por Derek Chauvinel, policía que lo detuvo en Minneapolis por pagar en un comercio con un billete falso. Pero a pesar de tratarse de dos víctimas negras muertas a manos de agentes blancos, el caso al que más se parece por el contexto es al de James Powell, asesinado por otro policía en 1964.
Powell tenía 15 años cuando a las nueve de la mañana del 16 de julio el agente Thomas Gilligan le descerrajó tres tiros que acabaron con su vida. Fue delante de un bloque de pisos situado delante del instituto Robert f. Wagner, sr., en el barrio neoyorquino del bronx, donde el chico acudía a clases de verano y ante el que armaba follón con sus amigos casi a diario. El responsable del edificio, harto de verlos merodear por la zona, llamó aquel día a la policía.
Según el testimonio de los compañeros de Powell, el hombre los increpó con insultos racistas, algo que él negó, motivo con el que los estudiantes justificaron el lanzamiento de botellas y basura contra la fachada de unas viviendas donde solo vivían familias blancas. Cuando aparecieron las patrullas, la situación se puso fea. Más cuando el teniente Gilligan disparó a Powell delante de varios testigos y acabó con su vida.
Imagen de las protestas en Lafayette Park, momentos antes de la visita de Trump a St. John’s Church en Washington, el 2 de junio. Foto/© getty
Ley y orden
lo que vino después, según explicó James Farmer, del congreso por la igualdad racial (core, en sus siglas en inglés), fue «un baño de sangre» y una «guerra» entre los ciudadanos de Harlem y la policía. los altercados duraron 11 días. el primero de ellos, hasta 300 personas se presentaron en el lugar de los hechos para enfrentarse a las patrullas que custodiaban la zona. el segundo, el Core pidió que se abriera una investigación a los agentes, pero lo que se encontraron fueron refuerzos armados con palos.
Ese mismo día, el 17 de julio, otra noticia hacía temblar a los miembros del core: el nombramiento como candidato republicano a la presidencia de EE.UU de Barry Goldwater.
Farmer habló entonces de «tragedia» para los afromericanos que Goldwater tuviera opciones de ser presidente del país y Martin Luther King, más cauto, no llegó a llamarlo racista pero sí declaró que con sus discursos «articula una filosofía que brinda ayuda y consuelo a los racistas». El candidato, por su parte, no dudó en señalar a los líderes del Core como los responsables de los disturbios de Harlem acusándolos de haber «debilitado el respeto por la autoridad legítima y alentado la anarquía urbana al promover la desobediencia civil».
También disparaba, sin nombrarlos, contra los políticos a los que consideraba blandos: «proteger a los ciudadanos de la violencia doméstica, no menos que de la agresión extranjera, es el propósito más elemental y fundamental de cualquier gobierno», dijo Goldwater en el discurso con el que se erigió candidato mientras James Powell se desangraba y Harlem estallaba en unos disturbios donde hubo otro fallecido, 118 heridos y 465 detenidos.
Lyndon Johnson con Martin Luther King Jr (izda), Whitney Young y James Farmer en 1964./ foto/ cordon press.
Calmar o Amenazar
Goldwater no llegó a ser presidente. así que el hilo que une el caso de Powell con el de floyd no es que alguien de su mismo partido pero al mando del país, Donald Trump, diga cosas parecidas y tenga poder para ejercerlas. la coincidencia en los casos de Floyd, Powell y Brown no son los personajes ni los hechos, sino el contexto: todos ocurrieron en año de elecciones. por eso, en 1964, el candidato demócrata Lyndon Johnson, reconoció a Cartha Deloach –su enlace en el FBI– que temía las consecuencias que los disturbios de Harlem, pudieran tener en los comicios porque uno de sus asesores le había dicho que, cada vez que había un rebrote, él perdía «90.000 votos».
Así se cuenta en law and order, un libro editado por la Universidad de Columbia, donde se analiza el modo en que la criminalidad y las protestas civiles aumentaron la popularidad de los conservadores en la década de los sesenta. si el título del libro retumba, no es porque sea sonoro o llamativo, es que es un lema republicano que se hizo fuerte en esa década y la misma frase con la que Trump ha salido hoy a la palestra: «soy vuestro presidente de la ley y el orden», ha dicho para garantizar, en un estilo parecido al de Goldwater, que contendrá las protestas ocurridas a raíz del homicidio de Floyd como sea. incluida la fuerza. en las páginas de ese libro queda claro cómo Johnson mantenía un discurso mucho más conciliador y progresista de cara a la galería que en la casa blanca. eso sí, a pesar de sus temores sobre la ventaja que podían coger los republicanos con su discurso de firmeza, él optó por reunirse con los líderes de Core y con Martin Luther King, para buscar soluciones. medio siglo después, y seguramente más convencido, Barak Obama hizo algo parecido cuando, tras los sucesos de Ferguson, ofreció todo el apoyo del gobierno a la familia de Michael Brown. lo mismo hizo el fiscal general del Estado, Eric Holder.
Los informes del departamento de justica concluyeron que el agente Wilson había actuado contra Brown porque temía por su vida y no se le pudo llevar a juicio. el equipo de Holder sí denunció, con cifras en la mano, al departamento del que formaba parte el policía por discriminación y uso excesivo de la fuerza contra la comunidad negra. para la familia del joven, que inició una causa civil contra el agente y su comisaría, no fue suficiente. pero que los políticos decidieran, aún a costa de unos votos, dialogar y dar confort a las víctimas hizo más por la paz social que amenazar a los manifestantes con desplegar al ejército, como hace Donald Trump con una biblia en la mano.
Moussa Faki, Presidente de la Unión Africana
Moussa Faki, condenó el hecho y ofreció sus condolencias a la familia y seres queridos de floyd. así mismo, el presidente de la Unión Africana recordó la resolución de la organización de áfrica sobre discriminación racial en los estados unidos, de 1964 en el Cairo.
“En nombre de toda la familia de la Unión Africana, condeno, en los términos más enérgicos, el asesinato de George Floyd a manos de agentes de policía en los Estados Unidos de América”, afirmó, Mahamat, en un mensaje publicado en su cuenta de twitter.
AL JOVEN DE PUERTO TEJADA, LE LESIONARON EL CEREBRO CON EL BOLILLO, HASTA CAUSARLE LA MUERTE.
“Mi hermana ya le iba a abrir, pero ellos no esperaron y lo empezaron a agredir, le dieron tres bolillazos y le echaron gas lacrimógeno”, Madre de Anderson
Anderson Arboleda/ foto/archivo privado
Claudia Arboleda, pide justicia por la muerte de su hijo/ Foto/ Internet.
Habla la madre de Anderson, el joven que murió por golpes de policías
Autoridades dicen que investigarán actuación de patrulleros en Puerto Tejada, Cauca.
Claudia Arboleda, madre de Anderson, el joven afrodescendiente, quien falleció en Puerto Tejada, norte del Cauca, por traumatismos en la cabeza, causados por un patrullero de la Policía con un bolillo, dio a conocer que en las últimas horas ya formuló la denuncia penal ante la Fiscalía.
La mujer explicó que los hechos ocurrieron el pasado 19 de mayo, cuando su hijo llegaba en compañía de su novia a casa de su abuela y la policía lo requirió por el incumplimiento del aislamiento nacional preventivo.
Mi otro hijo lo dejó a él y a su novia en la casa como a las 10:30 de la noche y luego se fue. Anderson estaba tocando la ventana cuando llegaron dos patrulleros en una motocicleta y le dijeron que se entrara, pero él respondió que estaba esperando a que le abrieran, ellos le gritaban ‘entráte’, pero cómo iba a entrar si la puerta estaba cerrada; mi hermana ya le iba a abrir, pero ellos no esperaron y lo empezaron a agredir, le dieron tres bolillazos y le echaron gas lacrimógeno”, relató.
“Mi hermana, mi muchacho y yo fuimos a la estación y no nos pararon bola, el comandante le decía yo no te creo, a esa historia le falta algo y mi hijo se devolvió para la casa”
Magaly Arboleda, tía de la víctima alcanzó a salir y evitar que el policía siguiera golpeando a su sobrino, pero los gases alcanzaron afectar al resto de familiares que se encontraban en ese momento en la casa.
Claudia cuenta que esa noche, Anderson se quejó de un dolor de cabeza, le dieron un acetaminofén y se acostó a dormir.
“Al otro día empezó otra vez mal, le dimos otra pastilla, se recostó y se durmió, pero ya no despertó más. Como a eso de las 10 de la mañana, lo llevamos al hospital, desde que salió de la casa, ya no respondía. En el hospital del Puerto lo tuvieron como una hora y luego lo remitieron a la clínica Valle del Lili en Cali, a donde llegamos como a la 1 de la tarde. Esperamos un rato y más o menos a las 3:30 de la tarde salieron y nos dijeron que tenía muerte cerebral y no había nada que hacer. Ella explicó que tenía una pequeña lesión y eso le causó un daño severo en el cerebro, entonces yo le pregunté ¿qué se podía hacer allí? y respondió que nada”.
A las pocas horas, el joven falleció y el 21 de mayo, Claudia fue citada para firmar la salida y llevarlo a Medicina Legal. El domingo 24, fue su entierro.
“Cuando entró a la casa luego de que lo agredieran, no tenía ni sangre ni moretones, incluso a la estación llegó hablando y en ese momento no se quejó de algún malestar, todo le sucedió fue por dentro del cuerpo. Pido justicia, no es justo lo que pasó”, narró la desconsolada madre.
Anderson Arboleda, de 19 años, era oriundo de Puerto Tejada. Era muy apegado a su abuela materna, con quien junto a una tía pasaba la mayor parte del tiempo. Tenía tres hermanos. Estudió hasta séptimo y lo que deseaba era terminar sus estudios para poder ser soldado de la Policía Militar, que es lo que más anhelaba. Trabajaba independiente, principalmente vendía zapatillas, pero debido a la actual situación del coronavirus, empezó a vender tapabocas, según cuentan sus familiares.
El Comandante de la Policía de Cauca, coronel Rosemberg Novoa, señaló que se dispuso un proceso disciplinario para atender de manera puntual este hecho y si hay responsabilidad, el implicado deberá responder por sus actuaciones.
“En Puerto Tejada y en cualquier lado nosotros siempre disponemos de una atención inmediata con todas las capacidades como son los protocolos para que en aras de la verdad se esclarezcan los hechos de la manera más rápida posible e informarla a la opinión pública”, dijo el comandante de los caucanos.
En la mañana de este miércoles, la Policía del Cauca emitió un comunicado, señalando que con el propósito de esclarecer lo ocurrido, solicitó «al jefe de la Oficina de Control Disciplinario Interno y al Juez 183 de Instrucción Penal Militar que, en el marco de sus competencias, adelanten las investigaciones correspondientes».
«Por consiguiente, la autoridad disciplinaria abrió la indagación preliminar P DECAU-2020-52 y la Justicia Penal Militar hizo lo propio, bajo radicado 3124-2020», dice el texto.
La Policía señala también que al momento de la publicación del comunicado «los familiares del ciudadano no habían formulado denuncia penal o queja disciplinaria por el hecho en referencia».
“En desarrollo de un consejo extraordinario de seguridad, que tuvo lugar el pasado 29 de mayo, se pudo constatar con representantes de la Fiscalía General de la Nación, el alcalde local y el personero municipal que ninguna de estas autoridades había recibido hasta esa fecha queja o denuncia formal sobre la mencionada información”, añade la Policía.
La Policía se declaró a la espera del resultado del dictamen del Instituto de Medicina Legal, institución encargada establecer las causas de la muerte del joven.
La Fiscalía, por su parte, afirmó que abrió una investigación preliminar desde el momento en el que fue conocido el deceso del joven y que coordina las actividades investigativas. Tomado de El Tiempo.
El grito de justicia por la muerte de Anderson Arboleda, llegó hasta las calles de Minessota, donde siguen las marchas de rechazo al asesinato de George Flyd. /foto/ AfrosUnidos
DANIEL GARCÉS
PhD en Ciencias Jurídicas y Políticas
La brutalidad policial contra jóvenes y personas afrodescendientes en Estados Unidos, en Colombia, en Brasil y en la Región de las Américas, es una pandemia que requiere ser atendida y frenada.
Entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre de 2001, se llevó a cabo en Durban, Sudáfrica; La 3 Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia; a decir de Mary Robison Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y Secretaria General de la Conferencia Mundial en comento; los textos de la Declaración y Programa de Acción de Durban, “aborda las manifestaciones pasadas y las formas contemporáneas de la discriminación racial. El Programa de Acción es una guía que ilustra la manera en que la comunidad internacional cumplirá esos compromisos. Indica las medidas que se deben adoptar para poner fin al racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia e impedir que vuelvan a aparecer.
“La Conferencia acordó que la esclavitud y la trata de esclavos son un crimen de lesa humanidad y siempre deberían haberlo sido. También se acordó que la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, fueron tragedias atroces de la historia de la humanidad, especialmente su negación de la esencia de las víctimas. La Conferencia también reconoció que el colonialismo había conducido al racismo y había causado sufrimientos cuyas consecuencias persisten en nuestros días”.
Recientemente y debido a casos de alta relevancia por su impacto visual el asesinato del afroamericano George Floyd en las calles de Minneapolis Estados Unidos por el policía Derek Chauvin y el asesinato en Colombia del joven Anderson Arboleda en el Municipio de Puerto Tejada-Cauca, en manos de un grupo de policías muestra la tragedia que viven los ciudadanos afrodescendientes y particularmente los jóvenes.
Las fuerzas policiales aumentan su capacidad de violencia y de violación de derechos humanos; cuando se trata de intervenciones con personas afrodescendientes.
La brutalidad policial contra jóvenes y personas afrodescendientes en Estados Unidos, en Colombia, en Brasil y en la Región de las Américas, es una pandemia que requiere ser atendida y frenada por parte de la institucionalidad de los estados atendiendo las medidas y orientaciones ya impulsadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas y sus conferencias mundiales y grupos de trabajo sobre estas cuestiones. Es entonces necesario la adopción de políticas públicas que combatan el racismo y la discriminación racial que afectan de manera desproporcionada a las personas afrodescendientes en Colombia y en la Región.
Como consecuencia de los anterior se puede afirmar que los actos de racismos y discriminación de lo cual son víctimas los ciudadanos afrocolombianos son parte del profundo desconocimiento existente sobre la historia real, sobre su cultura y sobre sus aportes a la economía, la ciencia, tecnología, la investigación y todos los campos de desarrollo de la nación lo cual se sustentó sobre sus hombres desde los primeros momentos de la conquista y posterior colonización; en consecuencia la responsabilidad del sistema educativo con la construcción de la paz, la equidad, la interculturalidad y el respecto a dichos valores universales y constitucionales, implica para el caso en comento el desarrollo de estrategias pedagógicas en los ámbitos e instituciones educativas, como en todo el sector público y privado.
MARIA ISABEL MENA
¡No puedo respirar! Los eliminaron por ser negros.
Estamos a la espera de los pronunciamientos del gobierno sobre cifras de empleo, salud, vivienda, buen vivir y por supuesto que se aclare como el sistema educativo blanco, expulsa a los niños negros de las escuelas, todo ese cúmulo de información, la estamos esperando como pueblo negro. Mientras, seguiremos esperando que no se corte la respiración a nuestra dolida comunidad.
María Isabel Mena/Foto, archivo privado
Así como la respiración, se fue de manera definitiva de la humanidad de George Floyd, también arrancó el oxígeno del joven Anderson Arboleda. Lo curioso y enormemente cruel de los dos casos es que la suerte no les alcanzo para llegar a la unidad de cuidados intensivos porque la policía encargada de la protección a la sociedad civil se encargó de segar la vida a estos ciudadanos.
¿Porque los eliminaron? Por ser negros, y el racismo, jamás descansa y menos en época de pandemia, esa es la respuesta que se afirma en las calles, donde millares de personas se han manifestado en contra de la supremacía blanca y sus mecanismos oscuros de actuación. Así las cosas, no le queda más al estado colombiano de salir al frente a darle respuestas a las demandas de acción contra el racismo que el pueblo negro, lleva decenios esperando que se produzcan.
Estamos a la espera de los pronunciamientos del gobierno sobre cifras de empleo, salud, vivienda, buen vivir y por supuesto que se aclare como el sistema educativo blanco, expulsa a los niños negros de las escuelas, todo ese cúmulo de información, la estamos esperando como pueblo negro. Mientras, seguiremos esperando que no se corte la respiración a nuestra dolida comunidad.
Anderson fue velado dos días después del inconveniente con Policía del Cauca Foto/ Noti Puerto Tejada
Por estos días, el joven Anderson se ganaba unos pesitos vendiendo tapabocas, le gustaba pasar tiempo con sus amigos y, cuando no estaba con ellos, se la pasaba pegado al celular escribiéndoles, recordó su tía.
Dijo también que «le encantaba comer, siempre se la pasaba con comida, y le gustaba compartir».
Su anhelo más grande era «convertirse en alguien en la vida para ayudar a su familia. Era un joven de bien y no se metía con nadie».
Así lo registró el periódico El Tiempo,
Habla la madre de Anderson, el joven que murió por golpes de policías
Autoridades dicen que investigarán actuación de patrulleros en Puerto Tejada, Cauca.
Claudia Arboleda, madre de Anderson, el joven afrodescendiente, quien falleció en Puerto Tejada, norte del Cauca, por traumatismos en la cabeza, causados por un patrullero de la Policía con un bolillo, dio a conocer que en las últimas horas ya formuló la denuncia penal ante la Fiscalía.
La mujer explicó que los hechos ocurrieron el pasado 19 de mayo, cuando su hijo llegaba en compañía de su novia a casa de su abuela y la policía lo requirió por el incumplimiento del aislamiento nacional preventivo.
Mi otro hijo lo dejó a él y a su novia en la casa como a las 10:30 de la noche y luego se fue. Anderson estaba tocando la ventana cuando llegaron dos patrulleros en una motocicleta y le dijeron que se entrara, pero él respondió que estaba esperando a que le abrieran, ellos le gritaban ‘entráte’, pero cómo iba a entrar si la puerta estaba cerrada; mi hermana ya le iba a abrir, pero ellos no esperaron y lo empezaron a agredir, le dieron tres bolillazos y le echaron gas lacrimógeno”, relató.
“Mi hermana, mi muchacho y yo fuimos a la estación y no nos pararon bola, el comandante le decía yo no te creo, a esa historia le falta algo y mi hijo se devolvió para la casa”
Magaly Arboleda, tía de la víctima alcanzó a salir y evitar que el policía siguiera golpeando a su sobrino, pero los gases alcanzaron afectar al resto de familiares que se encontraban en ese momento en la casa.
Claudia cuenta que esa noche, Anderson se quejó de un dolor de cabeza, le dieron un acetaminofén y se acostó a dormir.
“Al otro día empezó otra vez mal, le dimos otra pastilla, se recostó y se durmió, pero ya no despertó más. Como a eso de las 10 de la mañana, lo llevamos al hospital, desde que salió de la casa, ya no respondía. En el hospital del Puerto lo tuvieron como una hora y luego lo remitieron a la clínica Valle del Lili en Cali, a donde llegamos como a la 1 de la tarde. Esperamos un rato y más o menos a las 3:30 de la tarde salieron y nos dijeron que tenía muerte cerebral y no había nada que hacer. Ella explicó que tenía una pequeña lesión y eso le causó un daño severo en el cerebro, entonces yo le pregunté ¿qué se podía hacer allí? y respondió que nada”.
A las pocas horas, el joven falleció y el 21 de mayo, Claudia fue citada para firmar la salida y llevarlo a Medicina Legal. El domingo 24, fue su entierro.
“Cuando entró a la casa luego de que lo agredieran, no tenía ni sangre ni moretones, incluso a la estación llegó hablando y en ese momento no se quejó de algún malestar, todo le sucedió fue por dentro del cuerpo. Pido justicia, no es justo lo que pasó”, narró la desconsolada madre.
Anderson Arboleda, de 19 años, era oriundo de Puerto Tejada. Era muy apegado a su abuela materna, con quien junto a una tía pasaba la mayor parte del tiempo. Tenía tres hermanos. Estudió hasta séptimo y lo que deseaba era terminar sus estudios para poder ser soldado de la Policía Militar, que es lo que más anhelaba. Trabajaba independiente, principalmente vendía zapatillas, pero debido a la actual situación del coronavirus, empezó a vender tapabocas, según cuentan sus familiares.
El Comandante de la Policía de Cauca, coronel Rosemberg Novoa, señaló que se dispuso un proceso disciplinario para atender de manera puntual este hecho y si hay responsabilidad, el implicado deberá responder por sus actuaciones.
“En Puerto Tejada y en cualquier lado nosotros siempre disponemos de una atención inmediata con todas las capacidades como son los protocolos para que en aras de la verdad se esclarezcan los hechos de la manera más rápida posible e informarla a la opinión pública”, dijo el comandante de los caucanos.
En la mañana de este miércoles, la Policía del Cauca emitió un comunicado, señalando que con el propósito de esclarecer lo ocurrido, solicitó «al jefe de la Oficina de Control Disciplinario Interno y al Juez 183 de Instrucción Penal Militar que, en el marco de sus competencias, adelanten las investigaciones correspondientes».
«Por consiguiente, la autoridad disciplinaria abrió la indagación preliminar P DECAU-2020-52 y la Justicia Penal Militar hizo lo propio, bajo radicado 3124-2020», dice el texto.
La Policía señala también que al momento de la publicación del comunicado «los familiares del ciudadano no habían formulado denuncia penal o queja disciplinaria por el hecho en referencia».
“En desarrollo de un consejo extraordinario de seguridad, que tuvo lugar el pasado 29 de mayo, se pudo constatar con representantes de la Fiscalía General de la Nación, el alcalde local y el personero municipal que ninguna de estas autoridades había recibido hasta esa fecha queja o denuncia formal sobre la mencionada información”, añade la Policía.
La Policía se declaró a la espera del resultado del dictamen del Instituto de Medicina Legal, institución encargada establecer las causas de la muerte del joven.
La Fiscalía, por su parte, afirmó que abrió una investigación preliminar desde el momento en el que fue conocido el deceso del joven y que coordina las actividades investigativas.
Fuentes y créditos
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52920858
https://cnnespanol.cnn.com/video/mensaje-expresidente-barack-obama-comunidad-negra-george-floyd-perspectivas-buenos-aires-cnnee/
Noti Puerto Tejada
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