Mongomongo dulce, Corozo de Tamarindo, el Enyucado, los Chontacones y los internacionales Toma seca y Tumbacatre, fueron entre otros los productos y vendajes que la comunidad Afro exhibió al público de Bogotá, durante la feria Del Campo a Tu Casa, organizada por la Alcaldía de esta ciudad.
Más de 150 productores provenientes de diferentes municipios de Cundinamarca, Boyacá, Meta Tolima y de otros lugares del país, se tomaron la plaza de Bolívar para exponer y vender para el consumo, productos frescos, de buena calidad, a precios cómodos y sin intermediarios.
La papa, plátano, arveja, hortalizas, cebollas, frutas, huevos y lácteos, además de productos procesados como miel, helados, café, panela, condimentos, achiras, almojábanas y quinua, entre otros, fueron los degustados por el público que asistió de manera masiva.
El aporte y participación Afro, dentro de esta estrategia estuvo representada por más de 10 famiempresarios provenientes de algunas localidades de Bogotá y de municipios y pueblos de origen afrodescendiente.
Productos como el borojó, coco, chontaduro, lulo chocoano, corozo, carambolo y suvenires y accesorios a base de damagua, cabecinegro, cueros, cañaflecha, telas procesadas y frutos deshidratados, se convirtieron en los más apetecidos por los compradores.
La novedad, en algunos casos, sorprendió y alegró a los visitantes, entre nacionales y extranjeros.
El AfroBogotano recorrió el complejo e inusual mercado campesino y se encontró con estos riquísimos vendajes y bien elaborados accesorios. En su mayoría procesados por el ingenio de sus creativos microempresarios.
Empresas naturales y jurídicas como Marleny Arcos, nos invitó a deleitar cocada asada a base de chontaduro y pastelitos de arequipe.
La Sociedad Nacional de Afroempresarios del Valle, ofreció una exquisita línea de dulces y mermeladas a base de papaya, tomate, piña, mango viche, mongomongo de siete frutas, corozo de tamarindo, arequipe de chontaduro y chontaduro en salmuera
Herencia Guapireña. Adornó su Stand con el mundialmente conocido arrechón, tumbacatre, tomaseca para la próstata y los riñones; licor de caña, chontacones (chontaduros horneados), mermelada de chontaduro, viche curado, aceite de coco y las cocadas cubiertas en hoja seca de plátano, llamadas chancaca.
Carmen Cecilia Iriarte, quien lidera una organización llamada Punta Naranja, Barranquillera ella, fue numerosamente visitada para vender productos de la costa Atlántica, Guajira, Sinú y San Jacinto. Bolsos en cañaflecha, tejidos Guayú combinados con el cuero y una extensa gama de accesorios finamente elaborados, tuvieron alta demanda, durante la jornada del pasado viernes y sábado. La prensa no pasó desapercibida ante la calidad de sus productos.
El lulo Chocoano y el borojó han sido objeto de transformaciones para enriquecer la culinaria Colombiana. Y son los aventajados hombres y mujeres del pacífico colombiano, quienes se han reinventado una serie de subproductos a base de estas frutas, originarias de suelos ricos en minerales.
Hamilton Benito Valoyes, veterinario de profesión, se colocó el delantal para atender a su público. Esa pedagogía propia de los docentes del Chocó, explicó y convenció a más de un caminante que se estacionaba frente a los entre rojizo-amarillos y sobresalientes lulos Chocoanos. Superando en tamaño a una pelota de beisbol.
Este investigador nos enseñó sobre las formas de producir, transformar y comercializar en armonía con la naturaleza.
Frutas deshidratadas como el coco, carambolo, borojó, primitivo, piña y lulo son las predilectas para pasabocas y pasantes, en las mesas colombianas, las posaba sobre sus manos como antesala a su cordial bienvenida.
Fernanda Peña, es una joven publicista que habita la ciudad de Bogotá hace más de 20 años. Su creatividad y puesta en manteles de productos como la cocada asada, el enyucado de su abuela “Doña Cita”, afamada ventera de Quibdó y Premio Nacional del Ministerio de Cultura, la ubican como una emprendedora microempresaria sin límites. Combina la venta de pasteles de varias carnes traídos del Chocó, envueltos de maíz y pandeyucas asados, con la elaboración de agendas, cuadernos y otros implementos de oficina, con diseños inéditos y de su autoría.
Asomadere, organización de la localidad de Usme, colocó a disposición del público la famosa cuca y el conocido manjar blanco.
El arrrechón, bebida ancestral del Pacífico a base de zumo de borojó, miel , chontaduro y licor de caña, fue el que todos querían probar. Su historia y fama de brebaje medicinal y empoderador sexual, lo distinguía ante todas las bebidas que se alistaron desde muy temprano en los pies de la estatua de Simón Bolivar.
Sus primos, el Tumbacatre y la Tomaseca, le seguían a disputa por irse entre los bolsos y carteras de visitantes, en su mayoría mayores de 30 años, hombres y mujeres.
La Toma Seca, según Dimas Orejuela, un Guapireño y líder defensor de los Derechos Humanos Afro, señala que esta bebida, conocida también como Chuco o Bebedizo, limpia a las mujeres que acaban de dar a luz y les saca sus frios bajos, les ayuda a recuperarse, y las deja listas para su próximo embarazo. “Y también sirve para los cólicos mestruales porque tiene canela, nuez moscada y hierbas como la nacedera”, agrega la chocoana Teresa Murillo.
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