La dupla conformada por Miguél Cardona y Wilmer Barco, oriundos de Bahía Solano, le entregaron al departamento del Chocó la primera medalla de oro en un torneo nacional de voleibol playa, celebrado en Bogotá, entre el 17 y el 21 de marzo de 2021/ foto: Antonio Sánchez

Los ocho jóvenes de la selección chocoana de voleibol playa que le dieron la primera medalla de oro a este departamento, no tenían más que unas monedas en la alcancía, ganas de triunfo y una ansiedad por conocer la capital de la república.

Por Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.

Por ello cuando les informaron que debían viajar a la ciudad de Bogotá, a disputar el circuito nacional de voleibol playa, junto a delegaciones de Valle, Bogotá, Córdoba, Meta y Casanare, solo pensaron en el dinero, pues en su mayoría son hijos de pescadores y minoristas comerciantes que viven del día a día, y en tiempos de pandemia la situación económica no era boyante como para darse el lujo de costear un viaje de más de 300 kilómetros que los llevaría hasta la fría sabana de Bogotá.

Sin embargo, hicieron de tripas corazones: cada uno de los padres sacaron sus ahorritos, se endeudaron y no dejaron morir el sueño de sus hijos. Al puerto de la Esso, así se llama el embarcadero de Bahía Solano, en el Océano Pacífico, llegaron muy temprano para despedir a los deportistas que en sus maletines llevaban dos mudas de ropa, unos cuantos billetes y monedas, y sus documentos en regla que los acreditaban como jovencitos nacidos en Ciudad Mutis, Nabugá y el Valle Chocó, localidades que hacen parte de la geografía de esta comarca rica en pescado y playas para el disfrute turístico.

El AfroBogotano habló con ellos a su llegada a Bogotá. Nos contaron que no tuvieron contratiempos en la embarcación que los transportó por más de cinco horas desde Bahía Solano hasta Buenaventura.

Mientras cargaban kilómetros y kilómetros a su equipaje, al otro lado de la cordillera occidental, en Quibdó, el presidente de la Liga de Voleibol, Ender Marcel Mosquera, se movía como pez en el agua para conseguir el dinero que debían pagar en el hotel en Bogotá, incluida la alimentación. Suplicio que fue conjurado con el auspicio del director del Instituto de Deportes del Chocó, Delcin Bejarano, quien decidió conjuntamente con El Gobernador del Chocó, Ariel Palacios, financiar esta feliz aventura con la suma de diez millones de pesos. Dineros suficientes para que los muchachos no pasaron momentos indignantes y fueran atendidos con finas cortesías en el agradable hospedaje de la exclusiva localidad de Teusaquillo, en Bogotá. 

A los adolescentes, los dirige Ángel Villa, técnico de esta selección y gestor de la corporación El Achanti, una organización de corte ambiental, deportiva y cultural que se ha ganado el reconocimiento de los 8 mil habitantes de Bahía Solano. Además de tener en su hoja de vida un palmarés de eximio jugador de voleibol, se graduó con honores como biólogo marino en la universidad del Valle. Supimos que a él también le tocó meter la plática de su unidad familiar y empacar pescado en una cava para venderle a los deportistas y visitantes en el torneo, con miras a no fracasar en este intento deportivo.  Sin rubor alguno y la humildad que caracteriza a los científicos como él, los vimos junto a su esposa Ludy Bonilla, cargando todos los días su caja de icopor en cuyo interior y bien refrigerado tenía para la venta filete de atún ahumados, filete de atún crudo, chorizos de atún ahumado y hamburguesas de atún.  Productos traídos de Bahía Solano.

El primer entrenamiento de los chocoanos lo realizaron en las canchas de la Liga de Voleibol de Bogotá, ubicadas en el complejo deportivo El Salitre. Me sentí emocionado verles haciendo su calistenia luego de conocer sus nombres y procedencia. Me acordé de mis años juveniles en la selección Chocó y posteriormente en la de Bogotá.  El profesor Villa, me concedió la palabra y les animé con modestia sobre el reto que tenían por delante: defender los colores del Chocó, dar ejemplo de respeto y pundonor, sacrificarse por el compañero, escuchar y acatar las directrices de su entrenador y luchar hasta el último segundo que dure un partido.

Las categorías sub 23 y sub 19 no lograron sobrevivir ante las potencias de Bogotá, Guajira y Meta. Caso contrario sucedió con la dupla sub 17 compuesta por Miguél Cardona y Wilmer Barco, quienes dejaban en el camino a las parejas de Córdoba, Meta y Bogotá. Con estos triunfos en serie se empezaba a acariciar la esperanza de una medalla para El Chocó y a recibir aplausos y reconocimientos de técnicos, deportistas y asistentes al evento. El presidente de la Federación Colombiana de Voleibol, Néstor Raúl Useche, poco antes de la final los calificó de campeones y merecedores de todos los elogios. “No es fácil que un deportista se enfrente por primera vez a uno de mayor avance en preparación y experiencia, y los chocoanos lo están haciendo con decoro”, dijo el alto dirigente

En la mañana del día lunes 22 de marzo, la dupla chocoana eliminó a la de Bogotá sin mayores contratiempos en 2 set corridos.  Encuentro de semifinal que fue disputado a las 7 de la mañana. Ese mismo día jugarían la final en las horas de la tarde. Para entonces ya habían trascurrido 8 días desde que salieron de su natal Bahía Solano.

Me sorprendió ver a departamentos que, no teniendo playas en su geografía, van a pasos agigantados en este deporte. Jugadores del Meta pusieron en aprietos a Bogotanos y éstos a los Metenses, dejando en la retina de los presentes un voleibol de alto nivel. Iguales méritos para la delegación de Casanare, una de las que más ha crecido en números y conquistas, supe de voces autorizadas.  El Valle femenino conformada por la dupla Yaleni Moreno y Leandra Valdés, en la categoría sub 23, se alzaron con el oro, única presea dorada para la tierra de la caña y el pandebono. Bogotá fue la ganadora del evento con 3 oros, mientras que Bolívar sub 19 se llevó una presea dorada para su departamento. Córdoba, Meta y Casanare, ocuparon puestos secundarios.

La histórica medalla.

O es que se sentían sobrados o sus capacidades le transmitía una seguridad a la dupla chocoana integrada por Miguel Cardona y Wilmer Barco; los noté relajados, sonrientes y compartiendo con las otras delegaciones poco antes de la gran final.  Parecía que al frente se jugarían un partido más. Y no era así: se trataba de la primera medalla de oro en disputa frente a una pareja que venía en alza y que se vestía con los colores del Meta.

La sincronía de la pareja del pacífico, el elevarse cada vez más alto frente a la malla, la concentración al pie de la letra de la instrucción técnica y el cerrojo a los ataques de los llaneros, les fue sumando puntos tras punto hasta alcanzar el 21- 19 y ganar el primer set.

Los chocoanos quería quedar inscritos en la historia del voleibol playa. Esa oportunidad no la querían dejar ir. Estaban a un set de la gloria y el contrincante herido en su honor quería nivelar el partido. Y fue así como arrancó el segundo set con una leve ventaja para los llaneros, pero ventaja al fin que los chocoanos no atinaban a descontar. Un llamado vehemente de su entrenador Ángel Villa, les devolvió la seguridad y la potencia mostrada en las fases anteriores. No obstante, la diferencia era tan solo de dos y hasta tres puntos a favor de los del pacífico. Cuando la pizarra marcaba 20 puntos para Chocó y 19 para Meta, un miembro de la dupla del Llano se desmayó en plena arena acusando falta de oxígeno, lo que obligó la presencia de un médico para su atención y restablecimiento. Entretanto en las graderías El Chocó-Chocó-Chocó, animaba a los chocoanos. Estaban a un punto de hacer historia.

Cumplidos los cinco minutos reglamentarios para que el jugador se recompusiera, el partido llegó a su final cuando el servicio de la dupla del Meta se fue fuera del cuadrilátero. La fiesta en la playa del Salitre de Bogotá no se hizo esperar: Chocó se colgaba por primera vez una medalla de oro en voleibol playa. Fiesta en la arena.

El jolgorio de los solaneños llegó hasta los hogares de algunos miembros de la colonia chocoana en Bogotá. El cantante, actor y compositor Hansel Camacho, la modelo Sofía Barco, el emblemático voleibolista Justo Mena y la ministra de Ciencia y Tecnología, Mabel Torres, entre otras personalidades llegaron a colocarle el moño a esta fiesta inédita en el deporte chocoano. Y a 300 kilómetros los padres de estos jovencitos no creían que sus hijos habían alcanzado la hazaña. Valió la pena romper las alcancías, se escuchaba entre risas y llamadas por teléfono.

CUADRO DE HONOR

Ángel Villa Restrepo

Nacido en Cali y director técnico de la selección chocoana de voleibol playa. Biólogo marino de profesión, investigador y consultor internacional. Radicado en Bogotá.

“Ganar esta medalla es sentirme vivo, creo que es lo más importante en este momento, porque cuando uno se mete en estos proyectos donde uno siente que tiene su corazón, uno siente que ahí está vibrando, que está creciendo, que está aportando a una mejor sociedad. Para nadie es un secreto que el Pacífico y el Choco tiene situaciones especiales muy difíciles a niveles de sociedad, por todos los problemas que conocemos, y una apuesta en el deporte como proyectos, es una apuesta que nos permite brindar ciertas posibilidades, acciones afirmativas y positivas para lograr un equilibrio en los que nos rodean. Entonces eso es lo que gano, sentir que estoy aportando a un territorio como es el Choco, en dónde podemos brindarles posibilidades a estos muchachos dentro de todo este ambiente social que es bastante complejo, así que por eso yo estoy acá colocando todo mi esfuerzo; tengo una serie de iniciativas empresariales como lo comentaba anteriormente, con la comercialización de atún, que lo realizamos en Bogotá y en el resto del país, si alguien está interesado en apoyar este tipo de iniciativas, sería también apoyar esta parte empresarial que me permita mi generar ciertos soportes financieros para seguir invirtiendo y reinvirtiendo en este tipo de iniciativas”

Manuel Ñuste Bermúdez

Nacido en Bogotá. Hijo de Manuel Ñuste y Vanesa Bermúdez. Estudia ingeniería electrónica en la Universidad Santiago de Cali. “Le ayudo a mi familia en la empresa de turismo y creo que la motivación y el espíritu combativo nunca se deben perder a la hora de hacer deporte, aunque me quedé con las ganas de jugar, creo, que en otra oportunidad lo haré con decoro como lo realizaron mis compañeros. Fue una bonita experiencia”.

Neyder Murillo Cabezas

Nacido en Ciudad Mutis. Hijo de Marta Lucía Cabezas y de Adolfo Murillo. “Estoy cursando 10 grado y le ayudo a mi papá a descargar barcos en el puerto y quiero ser un profesional más adelante. Del profe Villa, le digo que es un exclente amigo antes que todo y un buen entrenador. De la mano de él seguramente vamos a conquistar más medallas siempre y cuando recibamos mas apoyo.

Felipe Banguera Potes

Nacido en Bogotá y criado en Bahía Solano. Estudiante de sexto semestre de Ingeniería ambiental. Le ayuda a su mamá en el restaurante llamado Banguera. Hijo de Victoria Potes y Félix Banguera. “A mis amigos les aconsejo que practiquen cualquier deporte, pero que aspiren a ser los mejores”.

Iican Bonilla Arias

Nacido en Ciudad Mutis. Hijo de Jimmy Bonilla y Marta Arias. Piensa estudiar Ingeniería Industrial. “A todos los jóvenes les aconsejo que pongan mucho empeño y dedicación, si algo les gusta, se esfuercen por ello; no tomen esto como solo un juego, sino como un estilo de vida, que si les apasiona, luche por ello. Luchen por sus sueños”.

Josuer Andrés Bermudez

Nacido en Ciudad Mutis, hijo de Melvin Susana Bermúdez Asprilla y mi padre se llama Jorge Eliécer Mosquera. “Soy pescador y curso grado once. Aspiro a estudiar en la Armada Nacional. Yo les aconsejó a los muchachos que se motiven e intentan lograr sus sueños. Intenten practicar algún deporte que les guste y pónganle mucho empeño para que puedan lograr ser la mejor versión de ustedes mismos”.

Andrés Rivera Muriel

Nacido en Ciudad Mutis, hijo de Cristina Lozano y Samir Rivera. “Aunque no pude participar por temas administrativos, estoy satisfecho porque mis compañeros y nos ganamos la medalla más importante que ha tenido El Chocó en sus últimos años.

Miguel Ángel Cardona

Nacido en Ciudad Mutis. Hijo de Miguél Santos y Rosalba Gonzales. Es estudiante del grado once. “Le ayudo a mis padres en la venta de electrodomésticos y cacharrería, quiero ser un gran empresario como mi papá. Actualmente estoy en 11 de bachillerato. De Bogotá me gustó mucho el orden en el deporte. Son muy organizados, tiene muchos polideportivos, canchas, balones. Eso es de admirar”.

Wilmer Barco

Nacido en Ciudad Mutis. Hijo de Wilmer Barco y de Ledys Mejía “Pienso estudiar ingeniería de sistemas en la Universidad de Antioquia. Del profesor Villa me gusta la paciencia que ha tenido con nosotros, él es muy tranquilo porque nosotros cometemos muchos errores, pero, aun así, él ha sido muy paciente con nosotros”.

Ender Marcel Mosquera, es el presidente de la Liga de Voleibol del Chocó, quien ha logrado llevar a lo más alto el voleibol playa. Su formación como profesional en Deporte y Actividad Física y especialista en Voleibol de la Escuela Nacional del Deporte, le han dado como resultado este rutilante triunfo para su departamento y para el pacífico colombiano. / foto: archivo privado.