El Teatro Jorge Eliecer Gaitán, de Bogotá, se ha convertido en el punto de encuentro del Rebulù, los sones y abozaos
Y la noche del pasado viernes no fue la excepción. Esta vez el vozarrón de Dino, su cantante líder, se salió por entre las puertas del encopetado escenario, poco antes de erizar las pieles de las casi mil quinientas personas que aplaudieron y corearon sus aires venidos de la selva Chocoana
Rancho Aparte es el nombre de esta agrupación del pacifico Colombiano, nacida en Quibdò y conformada por jóvenes músicos que busca, sin concesiones, la raíz de una música que nace en la alegría de la libertad recobrada y la tristeza de haberla perdido un día. Sones de abozaos, polkas, danzas, Rebulú, contradanzas, júgas, cantos y ritmos que evocan a la madre África son el pilar de este grupo musical.
Se ha vuelto costumbre decir entre los amantes de la Chirimía que cuando Rancho Aparte suena, suena el clarinete, el bombardino de cobre, la tambora, el redoblante y una voz raizal y sin escuela. El Bunde y la «arrechera» se cola por entre las venas de sus cada vez mas simpatizantes
Pero esta no es una agrupación que solo rescata el alma de nuestra gente. Va más allá; anoche, dentro del marco de una programaciòn afrocolombiana realizada por IDARTES, compartieron un tema social en defensa del medio ambiente y contra la minería ilegal. Pieza musical que se robó el aplauso de los “cambamberos” presentes
Es una nueva forma de hacer Chirimía. Indaga en esas músicas internas que viven agazapadas como fantasmas en los pliegues de la sensación. El grupo ha logrado que los jóvenes lo oigan y lo entiendan y que las viejas generaciones, lo gocen y lo bailen.
Wesly, el de la guitarra de lata
El salón teatral de la séptima con 23 también acogió al cantante Wesli y su Banda un rapero Haitiano convertido en productor a temprana edad.
La velocidad y versatilidad de sus manos para interpretar la guitarra y la percusión hicieron del Teatro Jorge Eliecer Gaitán, un paraninfo de la cultura musical Haitiana. Influenciada por la presencia colonial francesa y los esclavos africanos.
La huella del regae, Rap y el zouk, ha quedado en la memoria de los asistentes al teatro y que fueron magistralmente interpretados por Wesly y su grupo
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