La esplendorosa y festiva noche de Petronio Álvarez en Bogotá, hace parte del proceso de renacimiento de éste sector capitalino/ foto/ Antonio Sánchez.

Fue una noche de magia, danza, luces y canto los que embellecieron este emblemático lugar de los bogotanos que se la gozaron a punta de marimba, chirimía, cantaoras, tomaseca, arroz con piangua, artesanías, moda y un desfile trietnico que danzó los más afamados ritmos del pacifico colombiano. Una noche inolvidable en medio de lo que en años irrecordables era imposible caminar.

Por Antonio Sánchez/ El AfroBogotano.

Tres de los Anfitriones. De izquierda a derecha, el secretario de cultura de Cali, Ronald Mayorga, la ministra de cultura, Angélica Mayolo y el secretario de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, Nicolás Montero, se unieron a ritmo de currulao para presentarle a los bogotanos la celebración de los 25 años del Festival Petronio Álvarez. Foto/ Antonio Sánchez

La expuesta y sensacional muestra cultural del pacífico estuvo amenizada por la reconocida orquesta de chirimía, Bareke Stars, Pura Sangre y Danza, las Cantaoras del Pacífico, y el cierre, a cargo de la internacional agrupación, Herencia de Timbiquí.

El delirio y el gozo del evento festivo nunca visto en ese céntrico lugar callejero lo organizaron El Ministerio de Cultura, las Alcaldías de Bogotá y Cali a través de sus Secretarias de Cultura Recreación y Deportes, y la Fundación Gilberto Alzate Avendaño. Sus titulares no se cansaron de alzar el pañuelo y durante las 4 horas que duró la fiesta, marcaron el paso al son del currulao. Para entonces, finalizó el jolgorio a las 11 de la noche, y los casi mil asistentes salieron a rematar la noche en las discotecas de la ciudad, gracias al arrechón y al viche tumba catre, bebidas ancestrales y vecinas de las multicolores prendas de vestir y las deliciosas comidas del pacifico que se vendieron en los stands situados por la organización.

El Bronx Distrito Creativo, se encopetó con la mejor pinta de la noche: el sonido de la selva con la marimba de Timbiquí y los turbantes de mil colores. “En Petronio todos somos personajes” me contestó un bailarín cuando quise indagar por el nombre de un asistente perseguido por las cámaras.

La coreografía Petronio no tiene dueño. Bogotanos, chocoanos, huilenses, boyacenses y asistentes de otras regiones del país y del mundo, se unieron con sapiencia al baile orquestado y dirigido por bailarines emergentes que los animaba el sonido del clarinete, el bombo, la marimba y el guasá. Una de las calles intransitables del ayer, fue la pasarela soñada de este viernes memorable. Un viernes pacífico.

El AfroBogotano les complementa la entrega de los mejores instantes de éste nuevo capítulo del renacimiento del Bronx, con un registro fotográfico de lo que significó para Bogotá, celebrar los 25 años del Festival Petronio Álvarez, el más importante de Latinoamérica.